Educacion
Como suele ocurrirles a los chicos de cinco años con sus hermanos menores, Len ha perdido la paciencia con Jay, su hermano de dos años y medio, que está revolviendo todos losbloques lego con los que han estado jugando. Impulsado por un arranque de ira, Len muerde a Jay, que se echa a llorar. Al oír los gritos de dolor de Jay, su madre se acerca a toda prisa, reprende a Leny le ordena que guarde los objetos que son motivo de pelea, los bloques Lego. Ante esto –que seguramente le parece una terrible injusticia- Len se echa a llorar. Todavía irritada, su madre se niega aconsolarlo.
Pero Len recibe consuelo de una fuente inesperada: Jay, que –aunque fue el que recibió el daño originalmente- ahora está tan preocupado por las lágrimas de su hermano mayor que seembarca en la tarea de consolarlo. La conversación es, aproximadamente, como sigue:
-Len, no- implora Jay-. No llores más. No llores más. Pero Len sigue llorando. Como su súplica directa ha fracasado,Jan le implora y le da unos golpecitos a su hermano en la espalda mientras le dice en tono tranquilizador:
-Mira, Len. Basta de llorar
Pero los sollozos de Len continúan, a pesar de las palabrasde consuelo. Entonces Jay recurre a otra táctica: le ofrece ayuda a su hermano para guardar los bloques de lego en bolsa mientras le dice en tono amistoso:
-Ya está, Len. Yo los guardo para Lennie,¿sí?
A pesar de todo, el llanto continúa. El ingenioso Jay prueba con otra táctica, de la distracción. Mientras le muestra a su hermano un coche de juguete, Jay intenta distraerlo de la tragediamenos que ha caído sobre él.
-Aquí está el hombre. ¿Qué es esto, Len? ¿Qué es esto, Len? A Len no le interesa. No tiene consuelo; su llanto es irrefrenable. Su madre pierde la paciencia y recurre ala clásica amenaza:
-¿Quieres que te pegue?
Len responde con un tembloroso
-No.
-Entre cállate, por favor –dice la madre con firmeza, aunque un poco exasperada.
Entre sollozos, Len...
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