Reforma Fiscal
José Luis Hernández Mota*
El presente trabajo ofrece algunas lecciones útiles en el debate sobre la reforma fiscal y
hacendaria en México. Se asume la hipótesis de que una reforma fiscal no debe estar ligada
a la necesidad de cubrir la insuficiencia de los ingresos recurrentes (tributarios) del sector
público respecto de su gasto, por lo cual la discusión nose centra exclusivamente en qué
impuestos o tasas aumentar, sino que se intenta modificar esta miopía conceptual considerando
dos cuestiones fundamentales: la realidad de los contribuyentes y el gasto improductivo
insostenible. Bajo el panorama de la hacienda pública y el contexto macroeconómico en
México, se desarrolla un marco basado en la sustentabilidad fiscal o equilibrio temporal
que debenguardar los ingresos y gastos, donde la esencia de la reforma hacendaria que se
propone está ligada a una recomposición del gasto y, con base en la estructura de generación
de ingresos aportados por el gasto, a la utilización óptima de los impuestos directos e
indirectos que hacen viable el incremento de los ingresos tributarios.
Palabras clave: reforma fiscal, política macroeconómica, balanceestructural.
Clasificación JEL: B40, C61, E22, O40.
Presentación
La reciente crisis económica mundial ha puesto de relieve las deficiencias
estructurales de la economía mexicana, cuya principal manifestación se reflejó en
* Profesor-investigador del Departamento de Producción Económica, UAM-Xochimilco, Área
de Política Económica y Desarrollo [jlhernandez@correo.xoc.uam.mx].
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JOSÉ LUISHERNÁNDEZ MOTA
los efectos negativos sobre la actividad económica: caída fuerte de la producción
donde el producto interno bruto (PIB) real se contrajo a una tasa de -6% en 2009.
La explicación de dicha caída se le atribuye a factores externos e internos. Entre los
externos destaca la estrecha relación entre la economía mexicana y la estadounidense,
principalmente por medio de las exportaciones delsector manufacturero de la
primera hacia la segunda. Mientras los internos van desde el impacto negativo
de la crisis sanitaria derivado del brote de influenza (AH1N1) (Banxico, 2010),
hasta la disminución del flujo de remesas provenientes de Estados Unidos y la
caída en la plataforma de producción y exportación de petróleo, con el consecuente
impacto sobre las finanzas públicas, pasando por la olade inseguridad derivada del
combate a los cárteles de la droga que, entre otros efectos, ha ejercido una mayor
presión de gasto público en materia de seguridad pública, por sobre otros rubros
del presupuesto público.
Para enfrentar esta situación, a fines de 2008 el gobierno de México anunció
la puesta en marcha de medidas fiscales contracíclicas mediante el Programa de
Apoyo a la Economía y alEmpleo (marzo de 2008), el Programa para Impulsar el
Crecimiento y el Empleo (octubre de 2008) y el Acuerdo Nacional a Favor de la
Economía Familiar y el Empleo (enero de 2009), cuyos ejes rectores estaban dados
por el gasto en infraestructura con la finalidad de mitigar los efectos recesivos del
contagio de la crisis económica mundial.
Sin embargo, a pesar de la implementación de esta políticafiscal expansiva, esta
crisis reciente ilustra el riesgo de la volatilidad e inestabilidad macroeconómica
del proceso de crecimiento de la economía mexicana. A pesar de este hecho, debe
reconocerse que la problemática del crecimiento de la economía mexicana no es un
hecho reciente, sino que ha sido una constante prevaleciente desde el agotamiento
del modelo de sustitución de importaciones a finales dela década de 1960. Esto
se agudizó con la crisis de la deuda en 1982. Por principio de cuentas, esta crisis
propició un viraje de la política macroeconómica, donde el objetivo del desarrollo
se cambió por el de estabilidad, lo cual generó una serie de reformas estructurales
de primera generación consistentes en un proceso de apertura comercial, corrección
fiscal, desregulación, estabilización y...
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