lala
Casi todos los países americanos, más Australia, Nueva Zelanda y algunas regiones de Afríca colonizada por los europeos se convirtieron en áreas de fuerte inmigración en el XIX, y recibieron amasas de inmigrantes de múltimples nacionalidades.
En Estados Unidos la llegada de inmigrantes (hasta 1861 unos 5 millones y luego otros 4 millones entre 1865 y 1880, de los que al menos las trescuartas partes se quedaron en el país) supuso la arribada de contingentes de origen y culturas muy diversas. A partir de 1880 la inmigración se intensificó. El desarrollo económico era ya importante yatraía a numerosos inmigrantes. Llegaron así más de 17 millones nuevos, de los que se quedaron 15 millones. Esos inmigrantes buscaron empleo en las ciudades, donde había demanda por laindustrialización, llegando a constituir más de un tercio de los efectivos en las ciudades de más de 100.000 habitantes y el 66 % de la población urbana total.
Lo mismo sucedió en los países iberoamericanosdurante el siglo XIX, aunque con un cierto retraso cronológico respecto a lo ocurrido en los Estados Unidos.
Los fuertes ritmos de crecimiento demográfico que tuvieron las ciudades más dinámicas deEuropa y América son los que encontramos a lo largo de nuestro siglo en las de muchos países de otros continentes.
En los países considerados subdesarrollados la evolución ha sido semejante, aunquecon proporciones e intensidad muy superior durante el siglo XX. Durante amplios períodos se pueden detectar crecimientos de hasta 7, 8 y 10 por ciento, y ello tanto en ciudades pequeñas como...
Regístrate para leer el documento completo.