El maestro no enseña
La pasión por conocer y por conocer cómo conocemos
para ponerlo al servicio de los niños y jóvenes es rasgo distintivo del
maestro.
Elmaestro del futuro será muy distinto del actual:
será gestor de aprendizajes significativos, traductor de deseos y aspiraciones de
los jóvenes, animador y estimulador, y testigo activo de losvalores humanos
necesarios y de las utopías de un mundo en transformación.
La condición esencial para que el maestro aprenda es que tenga disposición a
aprender. Aprender implica hacernos vulnerables,suprimir seguridades, asumir
riesgos. Como en esta profesión lo nuevo tiene que ser confrontado con la prueba
del ácido del aula, ese riesgo es muy real: inducir a los alumnos a pensar por
símismos implica aceptar que van a descubrir cosas que el maestro ignora y que
le harán preguntas para las cuales no tendrá respuesta.
Muchas experiencias internacionales y particularmente latinoamericanasmuestran
que los maestros aprenden más cuando el ambiente está determinado por
una comunidad a la que el docente se adscribe libremente, es decir por un grupo
de colegas que se reúnen en torno aun interés común: por ejemplo, el aprendizaje
de la escritura, las consecuencias de la repetición, el uso del tiempo escolar, el
sistema multigrado, la discusión de los enfoques cognitivos y susaplicaciones, o
el aprendizaje colaborativo, etcétera
para aprender hay que querer aprender. Y para aprender algo que
sirva para mejorar la propia práctica, hay que querer relacionar lo que seaprende
con la práctica. Esto implica muchas disposiciones anímicas que no son frecuentes:
aceptarse como vulnerable, estar dispuesto a la crítica y a la autocrítica,
proponerse enseñar mejor, creer quese puede aprender de los demás, tener
interés y cariño por los alumnos, y tener entusiasmo –actitudes bastante alejadas
del mero propósito de “cubrir el programa”.
Segundo: para aprender hay que...
Regístrate para leer el documento completo.