El jíbaro en los cuentos de emilio s. belaval
Dra. María M. Doncel Vázquez
Emilio S. Belaval, (foto) figura narrativa cimera de la Generación del Treinta, ahonda en la personalidad isleña, (foto) hurga en las raíces de la cultura puertorriqueña y desmadeja el trauma creado por el choque cultural provocado por la ocupación norteamericana. Sus tres textos narrativosfundamentales -Los cuentos de la Universidad (foto) (1935), Cuentos para fomentar el turismo (1946) (foto) y Cuentos de la Plaza Fuerte (1963) (foto)- exteriorizan su búsqueda de la razón del ser nacional. Éstos ofrecen una visión íntegra del Puerto Rico desde finales del siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX desde una triple vertiente: cultural y política, con base en la Universidad;la histórica-legendaria que se fundamenta en la sociedad a fines del siglo XIX en el Viejo San Juan; de denuncia socio-económica centrada en las peripecias del jíbaro y su ambiente rural. En ellos, se aprecia al hombre, al artista (foto): su riqueza expresiva, su viva imaginación, su gracia y el uso de la ironía junto a otros recursos literarios que lo distinguen como “uno de los más originalesescritores de las letras puertorriqueñas de todos los tiempos”.
1. Un atisbo histórico (foto)
Emilio S. Belaval cobra conciencia del mundo violento que le rodea y desea a través de sus narraciones provocar cambios sustantivos que contrarresten la crisis socioeconómica puertorriqueña que sume a la sociedad en la más recalcitrante indigencia espiritual y material, producto del cambio de soberaníapolítica: que da paso al desarrollo de corporaciones latifundistas extranjeras.
A principios del siglo XX, la producción de azúcar (foto) se convierte en la principal industria gracias a los siguientes factores: la inversión directa del capital norteamericano en el negocio del azúcar;(foto) el aumento de precio durante la llamada “Danza de los millones” (foto) provocada por la devastación delos campos remolacheros de Europa durante la Primera Guerra mundial (1914-1918) y, luego a los efectos de la Revolución Rusa (1917); el desarrollo de la banca local, de la infraestructura para el comercio marítimo y los avances tecnológicos. Hacia la década del treinta, se trueca en el corazón económico del país; representa la fuente principal de trabajo e ingresos, ya que ocupa el 40% de la tierrapuertorriqueña. Los datos corroboran que el 80 % de las acciones de las cuatro entidades corporativas azucareras -“South Porto Rican Sugar Company”, (foto) “Central Aguirre Sugar Company”, (foto) “Fajardo Sugar Company” (foto) y “United Porto Rico Sugar Company” (foto) - pertenecen a inversionistas continentales, (foto) las que controlan alrededor de 146, 000 acres y operan once centralesazucareras entre 1910 a 1940. (foto) Esto no sólo provoca el declive de los pequeños ingenios, sino que aumenta el desempleo porque durante el tiempo muerto, la mitad del año, (foto) se detiene la labor: en 1926 la tercera parte de los varones se quedan sin empleo, mientras que en 1929 se calculan unos 30, 0000. (foto) A su vez, los trabajadores desempeñan su labor bajo condiciones infrahumanas, losexplotan por un mínimo jornal: el obrero agrícola obtiene un salario entre un dólar a dólar y medio al día; dos dólares, los diestros o semidiestros y las mujeres por la industria de la aguja a domicilio, entre 30 a 70 centavos diarios.
Esta situación acarrea una serie de problemas laborales;(foto) provoca choques entre el obrero (foto) y las compañías dominadas por el mercado norteamericano.Se inician las huelgas obreras a partir de 1915 que se recrudecen durante la Gran Depresión,1929, (foto) con el crac de Wall Street.(foto) Bajo la sombra de esta crisis se alza el movimiento nacionalista de Pedro Albizu Campos, (foto) que le da expresión militante y activa al Partido Nacionalista (foto) que funda José S. Alegría y José Coll y Cuchí en 1922. Su discurso se concentra en los...
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