Concreciones Sociales De La Diferencia: Uso Diferencial Del Tiempo En Función Del Género
¿Es lo mismo el tiempo dedicado al asueto de un minero que el de una adolescente enamorada?
Parece suficientemente probado que la distribución de las horas de trabajo en nuestra sociedad es desigual en contra de las mujeres.
Por tanto, no plantearé aquí el dilema de si en realidad podemos hablar de definiciones transculturales de las actividades a considerarestrictamente trabajo o estrictamente ocio. Más allá incluso de si sería fácil dentro de una misma cultura, encontrar definiciones válidas para ambos sexos, para todas las clases sociales, para los distintos rangos de edad o etapas del ciclo vital,... O si por el contrario dependerá de consideraciones personales sobre las distintas actividades. (¿Será lo mismo segar para un montermoseño que para unhabitante de una urbanización de las rozas?, o ¿es lo mismo el tiempo dedicado al asueto de un minero que el de una adolescente enamorada?).
Podría plantearse, siguiendo esta línea argumental, que hay distintas intensidades de trabajos, o bien, trabajos con distintas repercusiones en el estado de ánimo de una persona en el tiempo de ocio restante.
Es decir: podríamos plantearnos laposibilidad de que el trabajo de ejecutivo fuera más estresante que el cuidado casero de los niños, o que el trabajo de alicatador es más cansado que fregar platos. Y así imaginar argumentos que soslayen la importancia del trabajo de la mujer ensalzando la dureza y obstinación del papel reservado a los hombres. Nada más lejos, como digo, de mi intención y, aún más, de mi parecer.
Mi argumentoserá anterior a toda dialéctica sobre tipos de trabajos, valoraciones del ocio, actividades más o menos penosas,..., e incluso si cabe de quién es quién en la ya perenne guerra de sexos:
¿Quién de nosotros, mujeres y hombres, se cambiaría a ojos cerrados por el otro sexo? ¿Cuántas respuestas imaginan afirmativas?. He aquí la que creo es la clave de todo este embrollo.
“Sorprende el hecho, node que esto funcione tan bien, sino de que funcione en absoluto” Oscar Morgenstern
Un amigo ingeniero me comentó un día cómo los diseños y el uso de materiales se depuran con el tiempo. Cómo es difícil encontrar un continente que conserve mejor el agua fresca en las tórridas tierras de labranza extremeñas como el botijo de barro. Cómo no se ha conseguido ningún recipiente mejor para larecolección de la cereza que la tradicional cesta de mimbre que durante generaciones han acarreado los habitantes del Valle del Jerte o de la Vera.
Del mismo modo, es bien sabido en la ciencia económica que los sistemas económicos tradicionales conseguían, a su modo, una asignación eficiente de los recursos en sociedades de evolución más o menos lenta.
Pues bien, siguiendo esta línea, mi conclusión alenigma anteriormente planteado, es la que sigue:
En el transcurso de los siglos, se ha ido construyendo una distribución de las diversas tareas entre los distintos sexos. Por supuesto también entre las distintas clases sociales o las distintas edades, pero me detendré en esta distinción de género pues parece más universal, si cabe, que las demás.
Dicha distribución se encuentra en unproceso constante de depuración, pero el momento último de este proceso, que es en el que siempre nos encontramos, constituye una asignación que roza la eficiencia, para la inmensa mayoría de los componentes de la sociedad en cuestión y teniendo en cuenta las salvedades que más adelante expondré.
Es decir, si atisbamos si quiera a concebir la enorme complejidad que el reparto de tareas aludidoimplica. Si logramos simplemente hacernos una ligera idea de lo que supone conseguir que dicho reparto nos dé un resultado más o menos igualitario. Considerando como tal a aquel que garantiza las mismas posibilidades de ser feliz dentro de una sociedad, a un nacido niño o niña, (como creo que grotesca pero claramente refleja la pregunta que anteriormente planteábamos).
De este modo...
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