Soy rubia
Y mira es que antes Todos, menos yo, sabían de música. Porqueyo andaba preocupadita en miles de otras cosas. Era una niña de bien. No, qué niña de bien, si siempre le salía con pataletas y saboteo a mi mamá. Pero leía mis libros, y recuerdo nítidamente lastres reuniones que hicimos para leer El Capital. Armando el Grillo (le decían Grillo por los ojos de sapo), Antonio Manríquez y yo. Tres mañanas fueron, las de las reuniones, y yo le juro que locomprendí todo, íntegro, la cultura de mi tierra. Pero yo no quiero acostumbrarme a pensar en eso: la memoria es una cosa, otra es querer recordar con ganas semejante filo, semejante fidelidad. Perobueno, Yo lo que quiero es empezar a contarle desde el primer día que falté a las reuniones, que haciendo cuentas lo veo también como mi entrada al mundo de la música, de los escuchas y del bailoteo. Tevoy Contar con detalles:
La reunión era a las 9 y serían qué... las 12. Así caminé, feliz, día poquitos, sin pretender otra cosa que llegar a la ventana. Abrí la cortina con fuerza, y los brazos...
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