arquitectura

La participación ciudadana de los pioneros de la educación costarricense (1821-1871).

M.A. Gerardo Alberto Mora Brenes.
Escuela de Historia, Universidad Nacional-Costa Rica.
Gmora@una.ac.cr.


Introducción.


Los liberales del siglo XIX tenían una particular manera de ver el mundo, es decir, de relacionarse con sus semejantes. El domesticar la vida común o someter a los grupossociales populares mayoritarios llegaba a ser un ideal compartido tanto por ciudadanos como por religiosos que constituían una minoría dirigente en relación con la población total del país. Estos pequeños grupos de las élites de poder los integraban tanto civiles como religiosos que por supuesto diferían con respecto a los mecanismos para alcanzar este ideal liberal, pero que en muchos casos realizaronimportantes esfuerzos conjuntos para construir el Estado costarricense. La educación popular posibilitó la formación de una inseparable alianza entre los grupos de poder con lo que se facilitó que el Estado orquestara y luego asumiera la conducción al respecto. A pesar de los lenguajes diferentes empleados por estos grupos de las élites para referirse a la labor común educativa, en realidad losidentificaba en cada caso porque mientras unos insistían en “evangelizar”, los otros adoraban “civilizar”. Algunas veces se enfrentaron y utilizaron un lenguaje agresivo o contrapuesto con fines de propaganda proselitista cuyas etiquetas todavía resuenan. Los “conservadores” eran los religiosos herederos de la tradición colonial y los “progresistas” eran los civiles liberales con promesas demodernidad. Sin embargo, la minoría selecta dirigente controló por todos los medios posibles someter y estilizar las actuaciones de las mayorías populares difundiendo la ideología liberal por medio de la educación. El destacar estas interacciones entre lo civil y lo religioso es el primer objetivo de esta ponencia.
Se ha restringido el actuar liberal a la vida política, descuidando las esferaseclesiásticas por ejemplo. Incluso la separación entre lo religioso y lo político se ha tratado con superficialidad. El difundir la ideología liberal solo por políticos resulta tan risible como mirar una moneda con exclusividad por una única cara. Nada despreciable resulta la cantidad de religiosos que ocuparon diversos cargos públicos en puntos claves del proceso político costarricense durante los primeroscincuenta años posteriores a la independencia. Por esta razón, es imposible repetir los estereotipos construidos por los mismos ideólogos liberales que ávidamente se presentaban encarnizando la modernidad y en contra de la rancia tradición religiosa. Este juego liberal de nominarse como “anticlerical” tenía el propósito de señalar lo religioso como supuesto freno al progreso prometido por ellosmismos. Fueron los liberales quienes satanizaron lo religioso en una especie de ardid que formó buena parte de la difusión ideológica. Una buena cantidad de personajes que pertenecieron al campo religioso en realidad fueron explosivos que abrieron caminos liberales por los que transitaron los costarricenses. El vincular estos personajes del clero liberal dentro del panorama nacional de construccióndel Estado es el segundo objetivo de esta ponencia.

Resulta paradójico que los mismos narradores nacionalistas o ideólogos liberales colocaran el ropaje patriotero insistiendo sobre la singularidad de la historia de Costa Rica. Esta descomunal deformación ha colocando al país en una especie de única “isla de la fantasía” en todo el continente. Se originó la tradición de encerrar o encajonar lahistoria patria entre los estrechos límites definidos para las fronteras políticas. “Suiza” Centroamericana parece insinuar que Costa Rica nada tenía que ver con el resto de la región ni Centroamericana y menos Latinoamericana. El construir el Estado nacional dentro de las mismas posibilidades que la región inmediata ofrecía es el tercer objetivo de esta ponencia. Justamente, la Universidad de...