Variado
Entonces, de nuevo ayudado por su amigo se hace a la mar y tras unas cuantas horas, cuando ya ha perdido de vistala costa, un pez muerde el anzuelo. Santiago nunca pudo imaginarse la dimensión de su fortuna. Aquel pez no era un animal común y corriente delos que atrapan tantas veces los pescadores y marineros. En esta ocasión se trata de un hermoso pez espada, más grande que el propio bote enque se desplaza Santiago, dispuesto a combatir hasta la muerte y arrastrar consigo, si fuera necesario. La batalla con el enorme ejemplar prontoadquiere dimensiones épicas. Arrastrado por el animal, Santiago recorre incontables Kilómetros mar adentro. La decisión del anciano, sinembargo, sigue imperturbable. Jamás ha visto un pez así y tampoco ha oído hablar de él. De cualquier manera debe matarlo, aunque pronto las energíasdel viejo se ven drásticamente menguadas, las circunstancias de la lucha, el poder insobornable de su contrincante y su propia naturaleza.
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