Turistas y vagabundos
Todos vivimos en constante movimiento, aunque a diferencia de épocas anteriores, hoy en día podemos permanecer en movimiento aún sin movernos físicamente pues nos movilizamospor medio de la televisión, la web, etc. En éste mundo en incesable movimiento, todos somos viajeros, puesto que es imposible quedarse inmóvil ante los persistentes cambios. Ante esto no se quedaatrás la industria, la cual está determinada en originar atracciones y tentaciones, contrario a industrias anteriores que se dedicaban a la producción, gracias a esta nueva forma de “empresa”, nuestrasociedad se ha convertido en una sociedad de consumo. El orden social está dictaminado en función del consumo, hoy en día nos cuestionamos si en realidad somos capaces de separar el vivir y el consumir.Se ha creado la cultura del consumo a tal punto que el consumidor desea sentir una satisfacción instantánea y no debe durar más del tiempo necesario, dicha cultura no es de aprendizaje sino deolvido, pues la promesa de satisfacer al consumidor es mucho más superior que la necesidad que va a satisfacer, sin embargo, un buen consumidor no guía sus deseos de consumo según sus necesidades sino quelos guía de acuerdo a sensaciones que no ha llegado a experimentar pues hacen cada vez más tentadora la idea de consumir, lo que nos lleva a concluir en la regla principal del juego del consumismo: nose trata de tener cosas materiales ni riquezas sino acumular nuevas sensaciones y emociones.
No dan descanso al consumidor, brindando constantemente nuevas tentaciones que conllevan infatigablementea un estado de insatisfacción, pero para que el juego funcione debidamente no sólo el mercado de consumo se esfuerza, sino también son los clientes quienes viven con la tarea de buscar incesantementeser seducidos, atraídos. Encuentran la satisfacción en el viaje más que en la llegada, pues arriba con un sentimiento de inmovilización.
Contrario a lo que pensaríamos, no todos pueden ser...
Regístrate para leer el documento completo.