SANTIDAD
Amor vivido, amor santificado.
Este tema, resulta que, aunque lo escuchamos de manera regular y lo tenemos muy presente, sobre todo cuando hablamos de nuestros santos y nos encomendamos a ellos, muy pocas veces, sabemos aplicarlo de manera práctica en nuestra vida, e inclusive lo vemos como algo muy lejano a nuestra realidad. Pensamos, que este término sólo lo pueden “alcanzar”ciertas personas “escogidas” por Dios y lo relacionamos meramente a milagros o a grandes sacrificios. Y no, resulta que todos, absolutamente TODOS estamos llamados por Dios a ser santos.
Y entonces, ¿cómo?; ésta es la pregunta.
Pues si Dios lo quiere, entonces solamente estará esperando a que tú también así lo quieras.
Al hablar entonces de santidad, estamos hablando, para empezar, de unaverdadera relación con Dios. Y claro que esto no implica que estemos todo el día metidos en la Iglesia o en miles de apostolados o rece y rece nada más; se trata más bien de una relación que requiere de nuestra conciencia y de nuestro corazón, de un sí, al encuentro con ese Dios que tanto nos ama y que anhela que seamos felices. Y en realidad no es tan complicado, solo basta empezar a darnos cuenta, ohacer presente (en nuestra mente y en nuestro corazón), esta relación con Dios en diferentes momentos de nuestro día y de nuestra vida, de nuestro quehacer, lavando trastes o trabajando, cuando caminamos, cuando compartimos, aún cuando estemos muy enojados; piensa en Dios y ubica en tu corazón, lo mucho que te ama, pues él te acepta así como eres, sin reparos ni condiciones. Cuando vayasdescubriendo ese inmenso amor, será importante aprender a dar el siguiente paso. Este paso, al igual que en cualquier otra relación de amor, de un verdadero amor, implica el dar, el entregarse, el ceder ante el otro. Porque claro, si nos damos cuenta, el amor verdadero no puede ser egoísta, y si se está recibiendo, pues ahora también hay que dar. Pero entonces esto implica voluntad. Y hay que ubicar eneste caso dos voluntades, la de Dios y la mía. Y aquí es donde a lo mejor no esta tan fácil. Porque resulta que normalmente yo quiero una cosa y puede ser que Dios quiera otra. Y así, como en una relación entre dos personas, si los intereses no son comunes, pues entonces, simplemente no funciona. Aquí es donde mi voluntad debe de coincidir con la de Dios. Pero entonces, esto involucra también, mipropia libertad. Pero no creas que aquí es donde tú pierdes. Más bien es donde tú ganas. Aquí es donde, si tú quieres, se combina la parte humana y la parte divina, y es donde empiezas a ver lo extraordinario de ésta bella relación con Dios. Es aquí donde comienza el camino a la santidad.
En la vida, como todo mundo sabemos, siempre van a existir cosas agradables y hermosas, así como problemas ysituaciones difíciles que debemos de afrontar. Al combinar mi parte humana, la cual implica mi imperfección, mis defectos y limitaciones, con la parte divina, la cual involucra lo perfecto, lo ilimitado y lo infinito, es donde Dios hace maravillas. Es cuando le encontramos sentido a la vida y a lo que somos y hasta el porqué de las cosas. Hasta entonces, es cuando comprenderemos que, dejarsellevar de la mano, dejarme inspirar por su santo espíritu, pero sobre todo empezar a dejar que él sea en mi, y no yo, sobre él; porque, con eso de que pienso y razono, creo que todo lo sé; o como no lo veo, mejor ni creo (muy cómodo por cierto), pues simple y sencillamente estoy siguiendo mi primer mandamiento personal: “me amaré a mí mismo, sobre todas las cosas”. Y creo entonces, que es Jesús, quiennos pone la muestra: “amar hasta que duela”, “derramando hasta la última gota de sangre”. ¿Te parece mucho?, pues la verdad es que él no nos pide tanto, simple y sencillamente debemos de aprender a aceptar lo que nos toca vivir, pidiéndole fuerza y sabiduría para cambiar lo que sí podemos y debemos de cambiar, y lo que no, pues aceptar precisamente lo que es: su voluntad. Y claro que no es...
Regístrate para leer el documento completo.