Saber o sabor

Saber o sabor
Vivimos en una época de rápido desarrollo. El afán por tener, por conseguir y por conocer ha entronizado en la vida de las personas nuevos ídolos de la postmodernidad. Ahora paraconseguir dinero el ser humano ha ungido el conseguir conocimiento.
Se han impuesto cursos, seminarios, postgrados y carreras de todas las disciplinas conocidas y por conocer afanando a las personasmental y económicamente.
Es una competencia por obtener los más altos y numerosos títulos de profesionalidad. Es como un “síndrome sapiens”, que entre más se estudia, menos se sabe dejandoprofundamente un complejo de culpabilidad que cuestiona ¿Por qué no aprendí a leer antes? ¿Por qué no sabia esto o aquello? Por lo que empiezan un afán de meter a sus hijos en jardines para que les enseñencuanto antes lo que ellos no aprendieron para que no repitan la misma historia.
Por eso los niños deben aprender a leer a los cinco años. Y ya ha llegado al límite esa rara enfermedad de no dejardisfrutar las vacaciones a los hijos, pues al acabar el periodo escolar, ya están matriculados en cursos de vacacionales para que “no pierdan el tiempo”.
De este corre-corre que tiene a los empresariostrabajando de día y estudiando de noche y pidiendo licencias para ir a seminarios y cursos de actualización, y que tiene a los empleados trabajando día y noche y estudiando fines de semana, se puedereflexionar :
-¿Hasta qué punto ha mejorado la calidad de vida con tanto curso?
-¿Qué tanto ha cambiado y se ha flexibilizado la formación de los maestros con tantos títulos y postgrados?-¿De qué manera han mejorado las relaciones familiares por realizar tantos estudios?
-¿Hay alguna familia que esté en crisis por que los padres no se saben los accidentes geográficos de su país?-¿Los padres de familia se han vuelto mejores padres por colgar más títulos en su oficina o en su casa?
-En una sola pregunta: ¿se está integrando en la vida lo que se estudia?
Pero el problema...