Reflexiones sobre el aprendizaje y la enseñanza
Por Carmen Godinez Flores.
Alejandro Llano dice que “Cuando el aprendiz está maduro
encuentra siempre a su maestro”, ¿Pero cuándo el aprendizestá maduro? Cuando se anhela conocer la belleza, el amor, el bien, cuando se necesita a alguien que guíe nuestros sentidos, el corazón y la mente hacia la verdad, cuando ya no se quiere vivir en lassombras de la ignorancia sino acceder a la luminosidad de la sabiduría. Cuando se reconoce que la ignorancia sólo produce frustración, inseguridad, escepticismo, incertidumbre, agonía, impotencia,humillación, necedad y un terrible dolor.
Sócrates afirmaba que “El mayor de todos los misterios es el hombre”, y quizás me atrevo a decir, que uno de sus enigmas, es que sólo se puede ser poseedorde la verdad sufriendo, ya que la verdad germina en el seno del dolor. Cuan dolorosa es la ignorancia, que aturde, aletarga y finalmente anestesia, provocando una pasividad que lleva al sueño de laconciencia, pero como reza la máxima “lo símil con lo símil se cura” sólo el dolor nos despierta, sólo él puede abrir la puerta de acceso a la verdad.
Pero, ¿Cómo acceder a la verdad? “Sólo a travésdel amor” nos dice Agustín de Tagaste, ¿Pero amor hacia quién? Contestó: hacia uno mismo, en un afán de ser mejor persona humana, siendo menester provocar una trasformación interior a través de unproceso de lucha decidida y constante contra la propia ignorancia que se escuda en la pereza, el miedo y la indecisión, hasta lograr una victoria sobre uno mismo, aboliendo el oscurantismo yconquistando la sabiduría.
¿Cómo saber si se ha encontrado la verdad? Amado Nervo afirmó que “El signo más evidente de que se ha encontrado la verdad es la paz interior”. Efectivamente, pues la verdadproduce luz, alegría, gozo, deleite, satisfacción, realización y un gran sosiego.
Un Proverbio Romano versa así: “Por la ignorancia nos equivocamos y por las equivocaciones aprendemos”. De tal...
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