Reflexiones Diarias
“La única libertad que salva es cristiana”
No es verdad que haya oposición entre ser buen católico y servir fielmente a la sociedad civil. Como no tienen por qué chocar laIglesia y el Estado, en el ejercicio legítimo de su autoridad respectiva, cara a la misión que Dios les ha confiado. Mienten –¡así: mienten!– los que afirman lo contrario. Son los mismos que, en aras deuna falsa libertad, querrían “amablemente” que los católicos volviéramos a las catacumbas. (Surco, 301)
Esclavitud por esclavitud -si, de todos modos, hemos de servir, pues, admitiéndolo o no, ésaes la condición humana-, nada hay mejor que saberse, por Amor, esclavos de Dios. Porque en ese momento perdemos la situación de esclavos, para convertirnos en amigos, en hijos. Y aquí se manifiesta ladiferencia: afrontamos las honestas ocupaciones del mundo con la misma pasión, con el mismo afán que los demás, pero con paz en el fondo del alma; con alegría y serenidad, también en lascontradicciones: que no depositamos nuestra confianza en lo que pasa, sino en lo que permanece para siempre, no somos hijos de la esclava, sino de la libre.
¿De dónde nos viene esta libertad? De Cristo, SeñorNuestro. Esta es la libertad con la que El nos ha redimido. Por eso enseña: si el hijo os alcanza la libertad, seréis verdaderamente libres. Los cristianos no tenemos que pedir prestado a nadie elverdadero sentido de este don, porque la única libertad que salva al hombre es cristiana.
Me gusta hablar de aventura de la libertad, porque así se desenvuelve vuestra vida y la mía.
Libremente-como hijos, insisto, no como esclavos-, seguimos el sendero que el Señor ha señalado para cada uno de nosotros. Saboreamos esta soltura de movimientos como un regalo de Dios.
(…) Somos responsablesante Dios de todas las acciones que realizamos libremente. No caben aquí anonimatos; el hombre se encuentra frente a su Señor, y en su voluntad está resolverse a vivir como amigo o como enemigo. Así...
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