Platon
Una historia
Escenario 1.
Tal parece que ese día nací. Lo digo, porque lo percibo como referente. Mi memoria, se desplaza hacia atrás. Por esa vía configuro mi propio momento inaugural. Sombrío. Como si, desde ahí, estuviera atado a un recorrido un tanto previsible. Por lo que, en ese día, empecé a sentir el desasosiego propio de los que somos proyectados hacia adelante; al garete.Es una forma de expresar el sentido que ha tenido mi recorrido. Incierto, desde ahí. Desde ese primer momento. Enfrentado al mundo con cierto vacío en mí proyecto. Lo digo, porque empecé disociando las ideas. A contracorriente. Porque, casi todos y todas, han empezado a vivir, asociando hechos, ideas, momentos, ilusiones.
Lo mío, pues, fue otra cosa. Como si asumir la vida, hubiese tenido ungrado de dificultad mayor. Porque fue un instante de profunda conmoción. Así lo viví. Instante soportado en las vivencias de mi madre; o de mi padre. Nunca he descifrado esa disyuntiva. Un acompañamiento conmigo mismo. Como si hubiese sido necesario crear la duplicidad del yo. En el entendido de que debía ser así. Porque, de otra manera, no sería posible acceder al mínimo necesario para no claudicarallí mismo; sin haber iniciado el vuelo.
Creo que fue un viernes. Digo esto, a pesar de no haber intentado nunca el juego elemental aritmético de retrotraer el calendario. Tal vez, por miedo a encontrarme con un número que no satisficiese mi propia versión. Así somos, a veces, quienes ejercemos una actitud ante lo irreversible, guiados por el patrón metodológico de contar la historia de lo quesomos y hemos sido, muy parecido al de circunscribir sus vidas a sucesiones de hechos. Como si, cada uno de esos hechos, ya estuvieran codificados. Es una figura paliativa que nos induce a seguir adelante, viviendo. Pero, a decir verdad, en el caso mío; sin haber podido saldar la deuda con la historia. Esa que no puede ser recorrida, ni entendida, por la vía de negarse a participar de unainterpretación más allá de la simple sociología del recuerdo.
En ese entonces, la ciudad estaba ahí. Expectante. Venía en crecimiento. No se si identificarlo como suma de hombres y mujeres. No se si identificarlo como sucesión de acontecimientos vinculados con el tránsito complejo. De ideas y de circunstancias. De simples reflejos de los acontecimientos. De la guerra de principios de siglo. De ladecantación de las normas, asociadas al dominio construido a partir de un perfil ortodoxo. Perfil, al mismo tiempo religioso y político. Perfil sin matices distintos a esos que ya estaban y que habían permanecido desde 1810. Lo sentía como tósigo que ya había sentido. No se si en los sucesivos sueños que tuve desde el primer día. Y que, aún ahora, se mantienen. Con modificaciones mínimas. Como eso deverme inmerso en un territorio inmenso. Sin poder asir ninguna ruta. O, a veces lo creo así, sin querer hacerlo.
Ya ahí, en esa casa situada en el barrio Chagualo. Barrio hospedante. Típico de ese tiempo. Calles como simples trazos, sin ninguna convocatoria lúdica. Entorno pétreo; sin las ilusiones que después encontraría. Pero que, allí en ese día y en los que le sucedieron, no alcancé aapropiarlo. A hacerlo mío, trascendiendo la actitud de infante sin reconocimiento de las cosas y de los hechos, al interior de una casa. En esta, los hermanos y las hermanas, no eran otra cosa que figuras que percibía como sobrantes expresiones no identificadas. Desde ahí. Desde ese momento, me percibí como sujeto enfermizo. En ese tipo de tendencia compleja que compromete la lucidez; por cuanto laubica en una categoría conceptual alejada de los roles que cada quien puede o quiere asumir.
Lo que se de mi mismo, es poco.
Como si mi memoria hubiese sido vertida al mar.
Como si, a cada paso, no encontrara la bitácora en el tiempo.
Tiempo que pasó,
Pero que no recuerdo.
Tiempo enclaustrado,
En mis sueños perdido;
Esa que tuve; pero que ahora no recuerdo.
Momentos...
Regístrate para leer el documento completo.