Plastilina social

¿Somos plastilina social?
Viviendo en una sociedad como la que vivimos, siendo constantemente bombardeados por estándares creados por nosotros mismos, de los cuales luego nos quejamos, es común encontrarnos perdidos de repente en una situación de desesperación y auto contradicción. Estamos tan encasillados en ciertos tipos de preceptos que nos cerramos completamente a cualquier característicaque no embone con lo que se nos ha, y nos hemos marcado a nosotros mismos. Presumimos de ser seres individuales, pero moldeamos nuestra mente, corazón y forma según instrucciones que nadie dijo fueran correctas: eso nos convierte en auténticos trozos de plastilina humana, moldeada por las manos de la sociedad.
La necesidad de encajar.
A medida que crecemos y conocemos, aprendemos que hay personassimilares a nosotros: personas a las que les gusta la misma música, que tienen intereses parecidos, que comparten metas en común y otros rasgos que nos hacen semejantes. Probablemente sea este hecho el que contribuya a crear estos extraños rompecabezas a los que más tarde tenemos la necesidad de pertenecer pero, ¿por qué son extraños? Porque no son como los rompecabezas comunes, en los que cadapieza diferente embona con las demás para crear algo grande. Este tipo de rompecabezas sociales incluyen decenas de piezas iguales que, por más que se intente, no coinciden ni encajan para crear algo más, pero se las arreglan para perforarse y unirse con alguna clase de pegamento que en la etiqueta reza “súper fuerte” y en realidad es fácilmente soluble.
Es por esto que podríamos coincidir en queel término “encajar” es poco probable, ya que en realidad nos surge la necesidad de integrarnos a cierto grupo, con el cual podemos compartir algunas similitudes, pero debido a nuestro carente juicio, solemos inclinarnos por buscar en las personas algunas características banales sobre otras que son en realidad importantes. Todo surge en el momento en que creemos que si somos algo, no podemos seralgo más: si somos honestos, no podemos ser sensibles, sólo por mencionar un ejemplo y es al vernos en el aprieto de decidir entre unos rasgos sobre otros cuando dejamos que los demás tomen una decisión propia, y nos incluimos en una determinada facción, siguiendo los límites que ésta marca.
La presión por ser perfectos.
Parece sorprendente que, aún con un ejercicio tan cotidiano como salir a lascalles y ver personas tan diferentes unas de otras, creamos fielmente en los patrones con los que se nos hostiga a diario, a todas horas: pieles blancas e inmaculadas, ojos y cabello claros, cuerpos delgados, músculos extraordinarios, cinturas esbeltas, trechos entre las piernas y alturas gráciles. Luego vemos el espejo y encontramos una burla del régimen al que nos enfrentamos; somosinaceptables, somos todo lo contrario a perfectos y a partir de entonces nuestra apariencia se convierte en nuestra peor enemiga, en la causante de nuestras desgracias y en el origen de nuestra incapacidad por pertenecer a la sociedad ideal.
Como si no fuera suficiente el bombardeo de los medios y la autodestrucción, los constantes comentarios, críticas y rechazos se encarnan en la piel como un nuevodefecto, y es entonces cuando perdemos de vista cualquier otro objetivo: la perfección es la única meta. La inteligencia que deberíamos usar para la aceptación se dirige a manipular a otros con argumentos lo suficientemente convincentes: “¡Lo hago por mí!” gritamos afuera y en el interior tenemos la imagen de la nariz de la actriz, la sonrisa del cantante, el cuerpo de la bailarina, el cabello delmodelo y un sinfín de rasgos que al final nos hacen convencernos de que lo que somos es sólo una máscara, no somos nosotros, que podemos ser perfectos y lograr pertenecer, sobresalir, gustar, ser otro más motivo de envidia e inseguridad para otra persona igual de inestable que nosotros. Sin embargo, la perfección comienza cuando nos cuestionamos quién marco la pauta de la perfección, y porque debe...