Piloto
Hace mucho tiempo, en una ciudad de Persia, vivían dos hermanos:
uno se llamaba Kasim y el otro Alí Babá. Ambos eran muy pobres.
Kasim, que era el mayor,se casó con una mujer muy rica y se fue a vivir a uno de los palacios de la ciudad. En cambio, Alí Babá se quedó viviendo en una mísera cabaña.
Cierto día de primavera caminaba Alí Babá por el campocuando oyó un ruido de galope de caballos. Se ocultó y vio a cuarenta jinetes armados que se detuvieron frente a una roca. Eran ladrones que iban a esconder lo que habían robado.
De pronto uno deellos, que parecía el jefe, gritó:
–¡Ábrete, Sésamo!
Y, al momento, la roca se abrió. Todos los jinetes entraron y la roca se cerró. Al cabo de un rato los ladrones salieron de la cueva.
Alí Babáesperó un buen rato. Luego caminó hasta la roca y repitió:
–¡Ábrete, Sésamo!
Y, ante su asombro, la roca se abrió y aparecieron grandes tesoros de oro, plata y joyas.
–¡Qué maravilla! –exclamó Alí Babá–.Cogeré unas pocas riquezas, de forma que los ladrones no se den cuenta.
Alí Babá no respiró tranquilo hasta que llegó a la ciudad. Pero en lugar de ir a su cabaña se alojó en una posada cómoda ylimpia. Allí vivía Zulema, la hija del dueño, de la que estaba enamorado.
Pero Kasim no tardó en enterarse y, oliéndose algo raro, fue a visitarle: –¿Cómo es que ahora vives en una posada si eres muypobre? –le preguntó.
–Salud, hermano –dijo Alí Babá, que, pese a todo, no le guardaba rencor por no ocuparse de él.
–¿Es que no vas a contestar a mi pregunta? –insistió Kasim.
–Pues verás, he tenidoun golpe de suerte –dijo Alí Babá.
Pero su hermano no le creyó y, como Alí Babá no sabía mentir, al final le contó la verdad.
Kasim, que era muy avaricioso, se fue a la cueva con todas sus mulas yal llegar allí gritó:
–¡Ábrete, Sésamo!
La cueva se abrió y, tras pasar Kasim con sus mulas, volvió a cerrarse a sus espaldas.
–¡Qué maravillas! –dijo al ver los tesoros–. Llenaré de riquezas los...
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