Pigmalion
La obra “Pigmalión” de de Bernard Shaw (1856), encierra aquella pregunta bajo la famosa obra teatral. En verdad un ser puede moldear a otro ser a su voluntad y antojo, esperando ver retratado sus ideales en dicha persona. O es acaso imposible por la voluntad del individuo pensante. Tenemos siquiera voluntad, o es que somos lo quelos demás quieren que seamos.
El famoso contexto, lo que nos rodea y hace actuar. Personas, países, familiares, amigos, tu mascota e inclusive el señor del metro con el que cruzaste una grosería la semana pasada. Crean tu universo, tu inseparable universo, al cual de una forma poco comprensible le debes la vida. El personaje principal de la obra, un hombre soltero y cuarentón llamado EnriqueHiggins, apuesta con su amigo el Coronel Pickering. Educar y experimentar con una joven florista de arroyo llamada Elisa Doolitle, en las complejas artes de la expresión y la fonética. Durante seis meses reprendió a la inculta y poco cultivada muchacha, ya que su carácter insobornable no le permitía tratar a ninguna persona con delicadeza. Mediante arduas horas de disgustos y risas durante eseintervalo, lo consigue. Logrando no solamente adiestrarla, sino convertirla en toda una dama, por aquellas épocas. Descubren en ella un talento innato en aquella disciplina. No solamente dio rastros desde el inicio de ser una joven inteligente, sino amas gozar de una memoria envidiable. Fue puesta a varias pruebas ante la más “distinguida” sociedad, superando las expectativas, que en ella albergabansus exigentes maestros. Más Mister Higgins delatando la urgencia que le ha causado esa especie de celibato social, sobre todo con las mujeres, pero que por supuesto no advertía el violar sus bien fundados valores sociales. Y justificándose bajo la presunta pertenencia de la nueva dama, por la modesta cantidad de cinco chelines, ofrecidos a su padre y aceptados con descaro. Que debieran darle elimpugnable derecho a su adquisición. Elisa armada con nuevas herramientas, dotadas por su contrarréplica. Nos hace comprender con su rotunda y bien meditada negativa, que ante todo es un ser libre, que ahora si puede elegir y que nadie tiene el derecho social y moral de increparle o pedirle algo. Pero nuevamente, en verdad la bendecida Elisa Doolittle, tiene decisión para elegir su futuro, o es queya esta escrito en alguna página del universo, ni siquiera del universo, sino de un contexto social predecible para su vida, que al final termina dictando de alguna manera o otra su destino.
Puede una persona esperar, de otra algo predecible. Fundando en ella su voluntad. La respuesta debiera ser afirmativa, pero hasta qué punto los otros agentes inciden a un individuo autónomo. Nuestros...
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