Periodismo Como Acción Política

El periodismo como acción política

La llamada crisis de la objetividad de los años setenta dejó su rastro en el oficio periodístico hasta nuestros días. Luego del ascenso del Nuevo Periodismo norteamericano, con la incorporación de la crónica vivencial y los reportajes novelados a la prensa masiva, se invirtió para siempre la pirámide noticiosa y se desplazó irreversiblemente el desiderátumdel modelo liberal anglosajón que sólo valoraba como creíble la entrega de información de manera sincrónica.
Hoy, si bien se sigue practicando la extracción de un momento específico del devenir noticioso para posicionar un tema en la agenda mediática, la sensación de celeridad del acontecer que nos dan las tecnologías de la información y la comunicación (TIC’s), hace imprescindible la ampliaciónde una noticia hacia sus antecedentes y repercusiones. En otras palabras, cualquier artículo contemporáneo que no desate -en términos de Talcott Parsons- la maraña de un hecho, hoy se considera incompleto.
Veinte años atrás el periodista catalán Lorenzo Gomis ya evidenciaba la inevitable dependencia entre los datos duros y la proyección de los mismos como una manera de formar opinión en loslectores y por ende, también de orientar su acción en un mundo globalizado: “Para mí todo es interpretación, desde la noticia al comentario (…) La primera opera con toda la exactitud del pasado inmediato. La segunda se proyecta sobre el horizonte incierto de lo por venir y trata de ofrecer una interpretación verosímil del futuro”.
Lo anterior cobra aún más sentido si nunca como a inicios de la décadadel noventa el mundo cambió tanto en tan pocos años. La virtualización de las fronteras nacionales y el mestizaje identitario de la época confirmaron la tesis del canadiense Marshal McLuhan acerca de que el mundo se estaba convirtiendo en una aldea global, lo que sugiere que los sucesos en un lado del planeta repercutirían en otras latitudes, lo que llamó “el happening simultáneo”. En estecontexto y parafraseando a José Ortega y Gasset, otro adelantado a su época, la prensa asume el rol social de neutralizar el extrañamiento del hombre, que ya no es el mismo de la era preindustrial; es un hombre-masa que ya no tiene más remedio que usar a los medios como instrumento cognoscitivo de la realidad.
¿Cómo dejar entonces que ese hombre aprehenda la realidad de manera fragmentada? Lainterpretación se hace cargo del desafío de reconstruir aquella realidad para él, no sin caer, como es de esperar, en sesgos propios de la subjetividad del periodista, del medio que lo publica y de los intereses de quienes lo sostienen económicamente.
Partiendo de un mismo hecho, la interpretación puede tomar diferentes direcciones tendientes a proyectar repercusiones deliberadas. Las diferencias sepueden observar, por ejemplo, en los distintos enfoques de la reciente cuenta pública que rindió el ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter.
El diario El Mercurio la describía así:
<<Hinzpeter admite que 2011 fue un "año complejo" por las masivas manifestaciones
En su cuenta pública, el jefe de gabinete criticó a los organismos de DD.HH. por preocuparse más de los protestantes que "de losciudadanos que quieren hacer su vida tranquilos"
(…) Por ello, el secretario de Estado destacó el proyecto de ley enviado por el Gobierno que fue aprobado en general en la Cámara de Diputados que establece una regulación "moderna" en materia de orden público, tipificando delitos que no existían en nuestra legislación como el saqueo.
(…) Finalmente, puso énfasis en el impulso que su cartera le dioa las reformas políticas del Gobierno, sobre todo a la ley de inscripción automática y voto voluntario aprobada durante la semana pasada por el Congreso, además de la ley de plebiscitos comunales, la elección directa de los consejeros regionales y el sistema de primarias para cargos de elección popular.>>
Por su parte, el diario electrónico El Mostrador encauzó la noticia por otro...