Novelas
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Kristen Miller
Foro Dark Guardians
UN BIP ESCANDALOSO ROMPIÓ el silencio, y Haven despertó de un salto. El ruido procedía del bolsillo trasero de sus jeans. Tomó el teléfono y vio el recordatorio de una cita parpadear en su pantalla. No tuvo tiempo de ponderar su visión más reciente. Casi había olvidado queera miércoles. HALLÓ A SU MADRE y a su abuela en la sala de estar. Mae estudiaba un libro de cocina mientras Imogene veía en la televisión a un predicador que curaba a una mujer con un brazo herido. Una vez que el predicador le dio su bendición, la mujer se paró y se quitó triunfalmente el cabestrillo. Haven estaba segura de que vio a la mujer hacer una mueca de dolor. ―¡Formidable! ―se maravillóImogene. ―¿Puedo tomar prestado el Civic? Tengo que salir corriendo a casa de Beau ―interrumpió Haven―. La señorita Henderson le dio un libro y una tarea de inglés para mí. ―¿Me permiten? ―la corrigió Imogene―. ¿Ya terminaste con el ático? ―Sí, abuela ―contestó Haven. ―Entonces seguro que puedes, cariño ―dijo Mae sin levantar los ojos de su libro de cocina―. Las llaves están en la mesa del pasillo.―Regresa a tiempo para ir a la iglesia ―añadió Imogene. ―Trataré ―dijo Haven. ―Haz algo más que tratar ―le advirtió Imogene. Haven dejó a su abuela pegada a la televisión. Guio el auto por la larga y empinada salida y a través de la ciudad, y dio la vuelta en dirección a Eden Falls.
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Kristen Miller
Foro Dark Guardians
Capítulo 23
Transcrito por LauParra
H
aven se dio cuentapor primera vez de que la iglesia no tenía ventanas. Las únicas señas de actividad eran las cuatro camionetas estacionadas afuera. Cuando subió hasta la puerta de doble hoja, oyó los discordantes tañidos de una guitarra eléctrica. Hizo una pausa, preguntándose si debía tocar. Luego tomó la áspera manija de madera y entró. La iglesia era por dentro tan sencilla y modesta como por fuera. Cincobancas de madera se alineaban a cada lado de un amplio pasillo que conducía a una plataforma de triplay al frente, y ventiladores en el techo hacían circular un aire húmedo y caliente. En la pared detrás de la plataforma, una cruz de gran tamaño era la única decoración del recinto. Haven vio que Earl Frizzell se agachaba para conectar un amplificador eléctrico mientras tres hombres vestidos con camisasy pantalones idénticos preparaban sus instrumentos, guitarra, banjo y bajo. Las mujeres de la congregación llevaban puestos largos vestidos floreados con volantes y holanes de otra época. No había más de quince personas en total, pero en cierto modo la iglesia parecía llena. ―¡Haven! ―exclamó Leah en la primera banca, y le hizo señas para que se acercara―. Quiero presentarte a mi madre. Mamá,ella es Haven Moore. Haven posó la mirada en una mujer regordeta cuyo largo y trenzado cabello rojo le llegaba hasta la espalda. ―Es un placer conocerla, señora Frizzell. La mujer devolvió el saludo con una linda sonrisa. Quizá había sido hermosa alguna vez, pero la vida era dura con las mujeres de las montañas. ―Gracias, Haven. El vestido de graduación que le regalaste a Leah estaba precioso. ―Se...
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