Cuando se habla sobre la salud de las mujeres jvenes es comn encontrar referencias a cuestiones como los trastornos de la alimentacin, sexualidad relacionada con comportamientos de riesgo o consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas. Pero esto slo muestra una imagen parcial del estado de salud de las adolescentes y jvenes. Atendiendo a la salud de forma general y desde la perspectiva degnero, por cada mujer joven fallecida (15 a 29 aos), hay al menos tres varones. El ingreso en hospitales es menor a pesar de las hospitalizaciones producidas por el proceso de parto y las muertes producidas por accidentes de trfico y otro tipo de accidentes, consumo de txicos, suicidios y homicidios afectan de una forma muy superior a ellos. An as, puede resultar llamativo que cuando se tratade valorar el estado de salud propio, las jvenes lo consideran como regular, malo o muy malo con mayor frecuencia que sus iguales varones. 1(INJUVE, 2008). La presencia de enfermedades crnicas es superior en las mujeres, lo que puede explicar, al menos en parte, el peor estado de salud autopercibido. En este sentido encontramos ciertos problemas de salud con mayor prevalencia en mujeresjvenes, ocupando el dolor un papel principal, siendo los ms frecuentes el de tipo cervical y lumbar, las migraas y el dolor de cabeza. 2 (ENS, 2006). Sin embargo, a pesar de la mayor cronicidad de ciertas enfermedades, los datos indican que las jvenes presentan menos limitaciones en sus actividades cotidianas, derivadas de sus problemas de salud. Otro problema que afecta a su salud de forma predominantees la dismenorrea funcional, cuyo sntoma principal es el dolor menstrual. 3 Los estudios indican una prevalencia elevada que vara considerablemente en funcin de las investigaciones. En cuanto a la localizacin del dolor, la presencia del dolor abdominal y lumbar es predominante. Se trata de un trastorno que compromete el funcionamiento cotidiano cuando su intensidad es severa y con un cursoevolutivo que disminuye con la edad, atribuido a factores hormonales y que posiblemente tambin se vea, en parte, influido por el aprendizaje de estrategias de manejo del dolor que permiten un mayor control y una vivencia menos incapacitante. Respecto a la salud mental, las mujeres, a partir de la adolescencia, padecen ms depresin, ansiedad, somatizaciones y trastornos alimentarios, frente amayores ndices de trastornos esquizofrnicos y psicosis txicas en ellos. La expresin a travs del cuerpo de los conflictos psquicos cobra en las mujeres especial importancia a travs de la alimentacin y el sistema msculo esqueltico. El abordaje desde el paradigma biomdico no es vlido para tratar estos trastornos con un fuerte componente afectivo-subjetivo, que requieren una atencin integral por parte deprofesionales de la medicina y la psicologa. La salud mental representa un campo destacado en el que es evidente la influencia del gnero en el proceso salud-enfermedad, determinado por los factores biolgicos, as como por la vivencia subjetiva o por factores psicolgicos. En cuanto a los factores sociales, los procesos de socializacin como hombre o mujer, la interiorizacin de la feminidad omasculinidad y la identificacin con los roles sociales influyen en la posicin de autonoma-dependencia en la que nos colocamos y desde la que somos capaces o no de buscar la satisfaccin personal y elaborar un proyecto de vida propio. Al prestar atencin al ndice de Masa Corporal, vemos que un once por ciento de las chicas entre 18 y 24 aos presenta un IMC insuficiente, un porcentaje realmente muy alto,reducindose al cuatro por ciento entre los 25 y los 34 aos 2(ENS, 2006). Sin embargo, las mujeres jvenes refieren que su peso es mayor de lo que los datos reflejan, considerando que tienen sobrepeso cuando en su mayora presentan un peso normal. La preocupacin por las dietas responde a una autoimagen corporal percibida que presenta importantes diferencias de gnero cada vez a edades ms tempranas....
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