Movimiento Feminista
Jaime tiene 26 años, vive con Juana, de 22 años, ama de casa. Tienen tres hijos y habitan en un pueblo de la Provincia de Buenos Aires.Ambos provienen de una familia numerosa. Su historia se asemeja a la de muchos hogares de obreros: hombre proveedor, mujer a cargo del hogar y cuidado de los hijos. A diferencia de otros hogares, a Juanay Jaime les ha ido bien. Con los ingresos de Juan el hogar ha logrado salir adelante, ahorrar para pagar la cuota de la vivienda de barrio, comprar electrodomésticos y alimentar a sus hijos.Jaime, como hijo mayor de un hogar con padre ausente, asumió desde pequeño el rol de proveedor. Junto a sus tíos maternos aprendió desde temprana edad el oficio de albañil; lleva dieciséis añosejerciéndolo.
Su proyecto de vida es claro: constituir familia, trabajar en lo que le gusta (albañilería) y “pasarlo bien” junto a sus amigos. Con una identidad fuerte en el oficio, una amplia red de compañerosde trabajo y habilidad para moverse en el mercado de trabajo, Jaime ha logrado construirse una trayectoria de movilidad laboral y social ascendente. Ya no es solo un albañil reconocido, sino queeconómicamente está tranquilo. Jaime no solo sabe lo que él quiere como proyecto de vida – familia, trabajo digno y amigos-, también asume el rol de proveedor del grupo familiar para que su mujer vele porel cuidado y crianza de los hijos.
Aún cuando él conoce bien los límites de sus aspiraciones, Jaime transita y construye su vida con habilidad, sabe callar, negociar, exigir o retirarse cuandocorresponde. Tras años de desempeño en el mercado de trabajo, aprendió bien dónde y cómo aprovechar y disfrutar las oportunidades que se presentan cuando se es trabajador. “Nadie hace lo que realmentepensaba cuando chico, no. De chico estaba entre doctor…no me acuerdo, pero nunca albañil. Yo encuentro que uno trabaja bien cuando le gusta lo que hace. Si no, trabaja mal. Y si uno tiene suerte de...
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