Memoria De La Masacre De Las Bananeras
Maritza Quiroz V. Periferia Prensa Alternativa Edición 35 - Noviembre 2008 Hacía ya once años había triunfado la Revolución Bolchevique en Rusia, y aún las piernas enclenques de los amigos del status quo se estremecían ante la amenaza comunista. Por aquellos días Colombia era gobernada por Miguel Abadía Méndez (1926-1930), último presidente de la hegemoníaconservadora que echara raíces durante 42 años. Graves problemas económicos que llevaron al aumento de la deuda externa para el desarrollo de obras de infraestructura como ferrocarriles, carreteras y puertos; la recesión mundial del 29 que amenazó con una parálisis financiera y de la producción; y la incansable persecución de ideas comunistas y la represión de cualquier tipo de organizaciónsocial, caracterizaron su gestión, apoyada desde el principio por las multinacionales que competían por el control del país, especialmente por la United Fruit Company (UFC), compañía estadounidense dedicada a la producción y comercio de frutas tropicales. Treinta años llevaba la UFC en Colombia, disfrutando del paraíso que la irrisoria legislación nacional había creado para las empresas explotadoras.Desde su nacimiento en 1899, sus intereses comerciales abarcaron Centroamérica y El Caribe, teniendo plantaciones en Colombia, Costa Rica, Cuba, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá y Santo Domingo, donde se apoderó no sólo de la tierra, sino también del agua, la infraestructura de transporte y comunicaciones, e implantó su propio sistema de crédito. Además, con el respaldo del gobiernoestadounidense, sobornó políticos, financió invasiones, promovió golpes de Estado, derogó e impuso presidentes, respaldó escuadrones de la muerte, desarrolló actividades ilegales contra los trabajadores, y acabó a balazos con huelgas y movilizaciones. Aún hoy continúa haciéndolo bajo el nombre de Chiquita Brans, y también continúa sobornando empleados públicos, asesinando selectivamente a líderes sindicales yfinanciando a las Autodefensas Unidas de Colombia con exageradas sumas de dinero y transporte de armas de largo alcance. Rodilla en tierra y metralla homicida El 12 de noviembre de 1928 se produjo una de las tres grandes huelgas de la década contra compañías norteamericanas. Entre 25 mil y 30 mil trabajadores de la United Fruit Company se negaron a cortar los bananos producidos por esta empresa opor productores nacionales contratados por ella. Durante diez años cada sector específico de la multinacional protestó y cesó sus actividades laborales, sin resultado alguno. Pero por primera vez en la historia de la UFC en Colombia, los trabajadores del enclave y del ferrocarril se unieron, organizaron y reclamaron colectivamente atención a sus demandas. No eran descabelladas sus nuevepeticiones. En realidad sólo exigían el cumplimiento de las leyes colombianas, exiguas por aquellos días y sumamente benevolentes con las empresas. Asociados a través de la Unión Sindical de Trabajadores del Magdalena (USTM), constituida en 1925, los trabajadores reclamaban “establecimiento de seguro colectivo y obligatorio, reglamentación sobre
accidentes de trabajo, dotación de habitacioneshigiénicas y reconocimiento del descanso dominical remunerado, aumento de salarios, eliminación de los comisariatos y libertad comercial en la zona bananera, supresión del sistema de vales como forma de pago, cancelación salarial cada semana, creación de contratos colectivos, construcción de hospitales bien dotados, y ampliación de los campamentos”. La gerencia general de la UFC aceptó a regañadientes lospuntos concernientes al mejoramiento de las condiciones higiénicas de las habitaciones, la construcción y dotación de hospitales, el pago semanal, y la cancelación del 50% del salario en efectivo, sólo se suprimirían parcialmente los vales. Lo demás lo consideró ilegal. En todo momento la compañía bananera contó con el respaldo del gobierno nacional. Al día siguiente de iniciada la huelga, la...
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