Mecanica de los fluidos
Mariana: Menos mal que ya está el señor juez de los divorcios sentado en la silla de su audiencia ¡Esta situación tiene que cambiar! Ya no puedo estar mas así, que si dentro, que si fuera… tengo que quedar libre de una vez por todas, libre como un gavilán. (Hace como un gavilán).
Vejete: por amor de Dios, Mariana, no seas tan gritona y exhibicionista: hablacon tranquilidad, por lo que más quieras… mira me tienes aturdida a toda la vecindad con tus gritos… ¡y, pues tienes delante a el señor juez! Con menos escándalo le puedes informar de tu injusticia.
Procurador: (acercándoles el cochinito) si son tan amables. Gracias.
Juez: ¿Qué asunto me traen, buenas gentes?
Mariana: Su señoría, ¡divorcio, divorcio, y más divorcio, y otras mil veces divorcio!Juez: Claro, pero ¿De quién, o por que, señora?
Mariana: ¿De quién? De este viejo que está presente.
Juez: A ver, dígame ¿Por qué?
Mariana: porque no puedo seguir sufriendo sus impertinencias, ni estar continuamente atenta a curar todas sus enfermedades ¡que son innumerables! Y no me criaron a mi mis padres para ser hospitalera ni enfermera. Muy buena herencia tenía yo cuando me junte con estesaco de huesos que ha consumido todos los mejores años de mi vida. Cuando nos casamos me relumbraba la cara como un espejo… ahora no puedo salir de casa sin maquillaje. Le pido por favor, su señoría, que me descase, si no quiere que me ahorque; mire, mire las arrugas que tengo en el rostro, son por las lagrimas que derramo cada día por verme casada con esta anatomía. (Llora)
Juez: No llore,señora, por favor, bajad la voz y enjuagad las lagrimas, que yo les hare justicia.
Mariana: déjeme llorar, su señoría, que con esto descanso. En los países desarrollados tendía que ser limitado el tiempo de los matrimonios, y de tres en tres años deberían deshacerse o confirmarse de nuevo, así como es con los arrendamientos; de ninguna manera deberían durar para toda la vida, convirtiéndose en undolor tanto para la esposa como para el marido.
Juez: Mire, si eso que usted dice se pudiera o se debiera poner en práctica ya se hubiera hecho ¡pero eso, definitivamente. No es rentable! Así que especifíqueme un poco más, señora, las ocasiones que los mueven a pedir divorcio.
Mariana: el invierno de mi marido y la primavera de mi edad; el quitarme el sueño, por levantarme a media noche paracalentar paños para ponerle compresas por todo el cuerpo; el ponerle inyecciones, cambiarle los amarres de las vendas… ¡deberían amarrarlo para siempre, su señoría, para ver si así me deja en paz y se hace justicia! No sabe lo que es tener que cuidarlo todo el día par que después, en la noche, también tener que estar pendiente de subirle a cada rato la cabecera de la cama, levantarme de madrugada a darleremedios, estar pendiente para que no se ahogue; y el estar obligada a sufrirle el mal de olor de la boca, que le huele mal como a tres cuadras de distancia.
Escribano: aaaay, pobre… debe ser de alguna muela que ya tiene podrida.
Vejete: No puede ser, si ya el diablo se llevo todas las muelas y los dientes que tenía en la boca.
Procurador: pues yo se que aprobaron una ley que dice, si no meequivoco, que por solo el mal olor de la boca, o de otras partes del cuerpo, se puede divorciar la mujer del marido y/o el marido de la mujer y/o viceversa.
Vejete: en verdad, señores, que el mal aliento que ella dice que tengo, no se engendra de mis podridas muelas, pues, como les dije, no las tengo, ni menos procede de mi estomago, que ese sí que esta sanísimo, si no de esa mala intención de supecho. Mal conocen ustedes a esta señora, pues fe que, si la conociesen, le temerían y al verla, mínimo, se persignarían. Hace veintidós años que vivo con ella en matrimonio, callándome todas sus insolencias, sus palabras ásperas… y sus fantasías (se persigna y se estremece), y desde hace dos año cada día me va dando vaivenes y empujones hacia la sepultura. Sus gritos me tienen medio sordo, y no...
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