masacre
María Bertoni / 21/06/2012
Sorpresa es la reacción mínima ante el anticipo de Terror en Chernobyl (o Chernobyl diaries)que en nuestras salas precede la proyección de tanques cinematográficos para adultos, por ejemplo la aquí comentada Prometeo. El largometraje escrito y producido por Oren Peli -cráneo que tambiénescribió y produjo Actividad paranormal 1, 2, 3, y la anunciada 4- cuenta la historia de un grupo de seis jóvenes norteamericanos que aprovechan su estadía turística en Europa para emprender una “aventuraextrema” en Prypiat. El recorrido por la ciudad ucraniana convertida en fantasma tras el accidente nuclear en la central de Chernobyl les depara un destino de persecución y muerte a manos de criaturashumanoides que habrían sobrevivido al desastre atómico de 1986.
Por estas latitudes, algunos espectadores nos preguntamos qué dirían los norteamericanos si a algún productor extranjero se leocurriera ambientar una película de zombies en la zona devastada por el atentado a las Torres Gemelas. ¿Cómo tomarían una ficción donde los sobrevivientes del Nine Eleven se convierten en caníbales deformes?Como una afrenta al orgullo nacional, sospechamos quienes seguimos el escándalo político en torno al film de Kathryn Bigelow sobre la captura de Osama Bin Laden.
Terror en Chernobyl se estrenó enUSA el 24 de mayo pasado. Casi un mes después, IMDb y Rotten Tomatoes le asignan un puntaje bajo al título dirigido por Bradley Parker. De hecho, escasean los críticos y espectadores que le reconocenalguna virtud. Al mismo tiempo, son excepcionales aquéllos que protestan contra la explotación de una tragedia histórica.
Entre los pocos estadounidenses indignados se destaca Yago Alayza, un diseñadorgráfico de Miami que lanzó dos convocatorias en el sitio Change.org (Chernobyl Diaries: detengan el estreno de esta película y Boycott a la película Chernobyl diaries), extendidas a Facebook y a...
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