lieratura medieva
Sufro sin enseñar mi descontento,
Y amo, aunque deba aparentar odio.
No me atrevo a expresar mis sentimientos,
Parezco muda, aunque por dentro hablo.
Soy y no soy, en llamas me congelo,
Pues he dejado de ser yo, no soy más mía.
Este dolor es como mi sombra,
Me sigue al vuelo y vuela si la sigo,
Me acompaña y hace lo que hago,
Y me aflige su pena, quecomparto.
No hay manera de alejarla de mi pecho
Hasta que el fin de las cosas la destierre.
Insúflame una pasión más tierna
Pues blanda soy, nieve derretida,
O sé cruel, amor, y así sé amable:
Deja que flote o permite que me hunda.
Hazme vivir con un dulce deleite,
O déjame morir para que olvide que he amado.
Elisabeth I de Inglaterra-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Elegía sobre la tumba
Entonces debo ver a la Eterna Noche
Sentado sobre aquellos ojos encantadores,
Cerrando suavemente sus resplandores,
Que una vez se alzaron en fulgor radiante,
Y cuyos soles supieron probar la existencia
Del Conocimiento y del Amor?
Oh, si usted no desea permanecer
En este plano bajo y terrenal,Eligiendo aquella plena herencia inmortal;
Al menos decídnos, se lo rogamos;
Dónde están todas las Bellezas,
Hoy coronadas de cenizas,
Que un día fueron concedidas.
¿Ha renovado el sol con vuestros ojos su resplandor?
¿Las olas han trenzado vuestro cabello con nuevo color?
¿Ha restaurado usted, junto al cielo y el aire,
El rojo, el blanco, y el azul?
¿Ha sido usted, con magnífica elegancia,Quién ha vestido a las rosas con su fragancia?
¿Se han retirado las luces del cielo a sus nichos,
O bien reposan en vuestro privado lecho?
¿El cielo y el aire no deben conspirar,
Y en sus altas bóvedas llorar?
¿Todas las rosas que de la tierra pueden brotar,
Habrán de ser sólo hierbas muertas en el trigal?
¿No cederemos a ninguna causa
Mientras otros ahogan sus lamentos?
Ha cambiado elcurso de nuestros ancestros,
Y sus leyes yacen bajo el agua.
Tus Bellezas no han podido revivirlos,
Ni arrancarlos del páramo del olvido.
Decídnos, pues los oráculos aún deben ascender
Por aquellos que se agitan en sus tumbas,
Decídnos en dónde se encuentran las bellezas,
Y cuáles son sus intenciones;
Decídnos aquello que nuestra pena calla
Y nuestra esperanza alivia.
Edward Herbertde Cherbury
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El mensajero de la muerte
Levántate de tu lecho, bella Lady Jane,
y remueve de tus ojos el sueño,
levántate de tu lecho, bella Lady Jane,
pues vengo noticias que traigo para ti.
Pero rara vez duerme Lady Jane,
casi nunca el sueño visita sus ojos;
desvelada y rendida por supena,
aún así pregunta: ¿Qué noticias traes para mí?
Alto y soberbio aulla el gélido vendaval,
¡Escucha cómo corren los cercanos torrentes!
Temo que sea la caprichosa penumbra
que se ríe de mí en la medianoche.
Despójate del sueño, Lady Jane,
levántate de tu lecho, y vete;
quita de ti el sueño, Lady Jane,
pues tengo prisa y no debemos quedarnos.
Di, extraño, ¿cuál puede ser tuprisa
o cuál puede ser tu recado?
¿Quién y de dónde te envían,
o di qué noticias me traes?
Lord Walter, mi querido marido,
ahora vence en las llanuras de Hesperia,
donde con ondean con orgullo los estandartes de Bretaña,
donde la muerte y la devastación reinan.
Tres meses apenas han pasado,
aunque tres largos y penosos meses para mí,
desde que el valiente Lord abandonó estas armas,
ycon sus valientes se hizo a la mar.
Aunque parezca largo y tedioso el tiempo,
todavía es poco lo que añoro
pensar en noticias de mi lord
o en noticias de la lamentable guerra.
Levántate de tu lecho, bella Lady Jane,
deja la solitaria alcoba y sígueme;
es de parte de Lord Walter que vengo,
yo soy su mensajero para ti.
Pero dime, extraño, dime dónde
Lord Walter vence, y como le está;...
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