Lic Comunicacion
“Lo que empezó como una explosión excepcional de logros, se vuelve una sobrecarga crónica con consecuencias nefastas”.
Es común ver en las empresas, la lucha incesantepor alcanzar metas y objetivos, el querer permanecer en el mercado de la competitividad y dar el todo por el todo día con día.
Sin embrago este pensamiento de querer sobresalir y aferrase a loslogros queriendo permanecer el mayor tiempo posible en ellos, no es la mejor manera de continuar por el camino del éxito.
“Para los que gustamos de comenzar (y finalizar) nuevos proyectosconstantemente este debe ser un gran llamado de atención: así como los individuos se agotan física y mentalmente, las empresas también…” señalan los expertos.
Lamentablemente esto no sólo ocurre en la vida de laspersonas morales, sino también ocurre en la vida de las personas físicas. Desde pequeños nos acostumbran a fijarnos metas y luchar por alcanzarlas, pero una vez que las logres, estás condenado aseguir escalando aún más arriba. Nunca nos hablan de respiros, descansos, reflexiones…sólo hay que continuar, porque el camino aún es largo.
Quizás es este el origen de tan mortal enfermedad para lasorganizaciones de hoy. Este pensar, una vez que crecemos, lo llevamos con nosotros tan arraigado que sin darnos cuenta inyectamos dosis extremas de portadores de virus para contagiar a la empresa enteraen la que trabajamos.
Lo grave de la situación es que como estamos acostumbrados a vivir con la enfermedad, no nos damos cuenta cuando alguien más la adquiere, al contrario es de llamar la atencióncuando nos tapamos con un “ambiente sano”. Caemos en lo crítico de la situación cuando en lugar de remediarlo, alentamos la infección.
Los principales síntomas son fáciles de detectar: se hacenconstantes las presiones para “no bajar la guardia”, el estrés se torna nuestro fiel e inseparable compañero y los conflictos salen a flote. A pesar de los esfuerzos, “nunca se convencerá del todo a nadie...
Regístrate para leer el documento completo.