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Capítulo 1

Ahí ese pin como es pendejo deveras, de tanto terreno que ahí por aquí, tuvo que sembrar en la parcela de Abel
Y pa´acabarla se puso perro cuando Abel llegó
¡No me diga comadre!
Pos allá ellos, mientras no se meta con mi Nicolás
Híjole comadre ya ni la chinga hablando así, si el Nicolás es más acarreado del Abel que nada.
¿eso cree comadre?
Sí uno no es tonto y luegoluego se ve
Poes a la chingada también uste

Esa tarde recuerdo que cayó un aguacero de aquellos y yo andaba en mi pedazo de parcela que mi amá me dejó, antes de que diosito puro la tuviera entre su Santa gloria. Todos envidiaban mi pedazo de parcela porque al ladito había un arroyo que ya ni me molestaba en andar regando, la cosecha siempre se daba rebonito. Sin embargo el más envidioso eraAbel que siempre me peleaba mi terrenito y yo no sé porque si él tenía haya por Carácuaro sus tres hectáreas de terreno. Cuando sentí que el agua del rio se empezaba a tirar sobre la milpa yo creí que ese día ya la había librado y podía pasearme con la Mayra, pero justito cuando estaba por subirme al burro e irme sentí como una mano me agarró del chamorro y me tiró al piso, me paré y nomas voyviendo que era el mismito Abel de siempre. A como me encabroné y le eché pleito, y se pasó diciéndome babosadas como:
¿Haber Cabrón cuántas veces te he dicho que no siembres la milpa en mi parcela?
Ni siquiera se la conteste, nomás vi a mi burrito y vi que ahí traía el machete pa´ cortar la milpa, y sin dudar que lo saco; nombre nomas vio el filo y blanquito se quedó del susto, y le dije:Paisano si te vuelves a acercar a mi parcela, a la otra no la cuentas.

Ya agarró sus cabras y se jué por todo el largo del angosto rio, ya enlodado y sucio por el suceso pasado, pensé que la Mayra se iba a enojar y me iba a venir con sus tonterías de siempre, aunque la neta, ya quería verla, no me resistía las ganas de verla porque siempre me recompensaba bien siempre que la visitaba, entoncesenvainé mi machete, ya todo madreado me subí al burro y me jui pa´allá, pa´ su casa. No se veía nada en todo el camino por la lluvia así que mi burrito se fue a pasitos chiquititos, ese viaje me iba a llevar todo el pinche día porque el camino de la Nopalera estaba inundado, no había otro modo de llegar al pueblo más que por el camino de la Quemada, hijole y la neta dudaba si valdría la pena ir hastaallá por esa vieja que luego ni esta y a veces se hace del rogar, pero como dice aquel dicho “a bien obrar bien pagar” y ni modo que la Mayra no me pague bien por el sacrificio que haré.

Allá justito por el rancho del mentado Jorge, que sin duda era un Rancho requeté bonito porque ah como le chingaba el Jorque pa´ que estuviera así, la verda pa´ no mentir yo nunca había pasado por ahí y me perdícomo unas dos horas. Ya era tarde, ya pasaban de las siete de la noche, mi burro tambaleaba ya del cansancio, pa´mi que era pura hueva del jodido, así que me detuve alado de aquel árbol que facilito yo le calculaba unos veinte metros de alto, y así también aproveche para taparme aunque sea por un ratillo, que no había parado de llover todo el pinche día.
Total que la lluvia no cesaba y el burro yyo andábamos cansados, sin preocupación alguna porque la parcela se andaba regando por sí sola, la Mayra me recibiría a la hora que llegara, eso sí con un buen de chingaderas que saca sin embargo si me recibe, y pensé en dormirme ahí en molino que tiene ahí el Jorge, que hasta eso su molino también estaba bien cuidado. Agarre al burro, y conduciéndolo llegue hasta el molino, y al llegar me voydando cuenta que efectivamente si podía quedarme a echar una siesta porque Jorge olvidó cerrar la puerta. Abrí la puerta de aquel molino, pasé con todo y el burro, lo acomodé, le puse paja de la de aquel pa´ que el burro se la tragara,

y lo deje ahí que se hiciera tragara. Mientras acomode ramas, las puse en una forma que se viera muy acogedor y sin más molestias ahí quede acostado. La...