la piscina
Dos semanas después de que EL TIEMPO reveló quiénes aparecen como sus dueños, según actas y escrituras, Gilibert tomó la decisión de denunciar ante la Fiscalía a Juan Pablo Lozano, eladministrador de otro famoso burdel, El Castillo, quien le dijo a un periodista de la Revista Soho que, en el 2005, él y sus socios le vendieron el establecimiento nocturno a Gilibert.
“En 2002 me asociécon ellos (los dueños de una reconocida discoteca del norte de la capital) y hasta 2005 fuimos ícono de las mejores chicas de Bogotá. Luego se lo vendimos (La Piscina) al general de la Policía LuisErnesto Gilibert”, aseguró Lozano.
EL TIEMPO conoció que en su denuncia Gilibert no solo pide que se investigue a Lozano, sino que se desempolve otro expediente contra un cantante de música popularque le hizo un señalamiento similar.
“No he sido propietario o socio del burdel conocido como La Piscina. Es más, Señor Fiscal, otra persona, un cantante de un restaurante de carne a la llanera,cuyo nombre ya ni recuerdo, me había realizado la misma imputación deshonrosa, pero la acción legal que se inició en su momento no avanzó”, dice el Gilibert en su denuncia.
El general (r.) hoy asesoren seguridad de poderosas multinacionales, basa parte de su denuncia en el artículo de EL TIEMPO que reveló detalles del historial de propietarios de La Piscina y El Castillo.
La Piscina espropiedad de Néstor Camacho y de Pedro Castellanos, dueños a su vez de una reputada blindadora, que contrata con entidades como el Senado, ministerios, el desaparecido DAS y algunas gobernaciones. Además,controlan una cooperativa que les presta plata a policías, militares y profesores.
Hay un detalle más, Castellanos es hermano del coronel (r.) de la Policía William Castellanos, quien negó tener...
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