La mujer en el quijote
LA MUJER EN EL QUIJOTE Sabemos ya cuál era el lugar que debía ocupar la mujer en la sociedad del siglo XVI, sabemos qué se pensaba sobre ella y qué fundamentos podía tener Cervantes para adoptar una posición frente a otras. Conviene en este punto, insistir en la importancia del contexto en el que se formulan los juicios literarioscervantinos sobre la mujer. Tanto en El Quijote como en el resto de la producción literaria de nuestro personaje, existen algunos pasajes que pueden ofrecernos una idea engañosa sobre lo que pensaba Cervantes sobre las mujeres. Extraer de sus obras frases como Las mujeres son naturalmente vengativas, y más cuando las llama a la venganza el desdén y el menosprecio. (El Persiles) , Todo lo que sueleadquirir un gobernador discreto suele perder y derramar una mujer rústica y tonta ( El Quijote, II) o Es natural condición de las mujeres desdeñar a quien las quiere y amar a quien las aborrece ( El Quijote, I) , por citar algunas, puede invitar a los lectores a que se formulen una serie de ideas equivocadas sobre la visión femenina de nuestro autor ya que están descontextualizados, fuera de laestructura narrativa que les corresponde y desde la que se han gestado. Esta aclaración es importante porque librará a Cervantes de cualquier juicio negativo al respecto. En El Quijote hay pasajes que, descontextualizados, pueden mover a opiniones equivocadas sobre la imagen de la mujer y, lo que es peor, traer consigo que el lector pase por alto aquéllos en los que ésta adquiere una fuerza y unapresencia que dota a su condición femenina del brillo , la dignidad y esplendor que se merece y que la sociedad le niega. No son pasajes que proclama n su mensaje a gritos y con aspavientos; sino que, como la buena lluvia, que no moja pero empapa, va calando en los distintos subniveles interpretativos de la obra de forma que, cuando damos con las claves de todo el entramado narratológico, esta visiónfavorable hacia el género femenino resurge con más fuerza su cabe y adquiere toda la prestancia e importancia que su autor quiso darle. Lo importante en Cervantes no es lo que dice de forma clara y precisa porque eso no es más que una tapadera válida para el sector de lectores más conformista ; lo que verdaderamente hay que tener presente cuando nos acercamos a cualquiera de sus obras (sobre todo ala primera parte del Quijote) es, por un lado, lo que no dice; por el otro, lo que sugiere, y, en una escala generalizada, cómo cuenta las cosas, no lo que cuenta. Para completar el círculo de nuestra propuesta de trabajo, entr aremos ahora en el entramado femenino que nos ofrece El Quijote. Para ello, vamos a partir de los tres grandes grupos sociales que interesaban a Cervantes : «¿En quéopinión me tiene el vulgo, en qué los hidalgos y en qué los cab alleros?», preguntará Don Quijote a Sancho a comienzos de la segunda parte. El vulgo, los hidalgos y los caballeros conforman , pues, el sistema de clases sociales próxi mo a Cervantes y es en el que encuadrará a sus personajes femeninos, al menos los que son tan “reales” como Don Quijote. Dulcinea será la gran excepción de las muje resquijotescas. En el escalafón social estaría por encima de la señora vizcaína que va a Sevilla y que aparece en los capítulos VIII y IX de la primera parte; pero Dulcinea es un personaje “irreal” en el mundo ficcional de Don Quijote ya que sólo existe en la imaginación del hidalgo. En la vida
“real”, si es que así podemos denominar al mundo en el que se desenvuelve el hidalgo y su escudero, lareferida Dulcinea no es más que Aldonza Lorenzo, a quien conoce Sancho Panza gracias a estas palabras de su amo: La libranza irá en el mesmo librillo firmada; que, en viéndola, mi sobrina no pondrá dificultad en cumplilla. Y, en lo que toca a la carta de amores, pondrás por firma: “Vuestro hasta la muerte, el Caballero de la Triste Figura”. Y hará poco al caso que vaya de mano ajena, porque, a lo...
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