La ciencia
"Es incorrecto sostener que exista un carácter neutral, interno, propio de la ciencia", según el autor • Propone que las comunidades científicas controlen los experimentos • Y responde así a una nota de Gregorio Klimovsky
Qué dijo Klimovsky Nadie ignora que la ciencia (y la tecnología) pusieron en manos de los hombres los medios y las herramientas que lespermiten en gran medida satisfacer las necesidades crecientes de su existencia y, al mismo tiempo, liberarse de constricciones y limitaciones materiales de su vida diaria. Pero, al menos desde Hiroshima, resulta mucho más transparente que antes que la evolución de estas en nuestro tiempo hace pesar sobre la humanidad el peligro sobre su propia existencia en tanto especie.
Ante esta contradicciónse enfrentan dos corrientes de signos opuestos. Una, caracterizable como "humanismo neorromántico" en la que, con debidos matices, se agrupan intelectuales como George Orwell, Erich Fromm, Whitehead y, entre nosotros, Ernesto Sábato. En esta línea (que abarca también los movimientos de contracultura y actitudes como las de Unabomber) frente a los resultados negativos se proponen diversassoluciones, tales como detener la investigación, sustituir el concepto de conocimiento cuantitativo propio de la modernidad por el más amplio de gnosis, el imposible retorno, en fin, a una sociedad bucólica desenraizada de la evolución histórica. Esta línea tiene escasa factibilidad pero gran potencialidad crítica, que no se observa, en cambio, en las comunidades científicas ni en el pensamiento inserto enla otra perspectiva: el cientificismo dogmático.
Efectos
En un reciente artículo dedicado a la biología genética, específicamente al fenómeno de la clonación "es decir, la aplicación no solo a los vegetales y otros organismos vivos inferiores sino a los seres humanos de las experiencias de la biología y el manipuleo de los genes" Gregorio Klimovsky reitera su opinión de que no hay aquí nadaintrínsecamente bueno ni malo.
La cuestión que plantea la clonación, como antes la desintegración del átomo que condujo a la bomba atómica, en una palabra, la cuestión de la diversidad de los efectos de la ciencia, es de extrema gravedad y merece un análisis más complejo que el que surge de la metáfora de Klimovsky de una ciencia intrínsecamente neutral a toda valoración, que será buena omala según se la use. La metáfora que Klimovsky reitera aquí es la de la ciencia martillo que tanto sirve para clavar un clavo como para hundir el cráneo de una persona. Si el poder, los gobiernos, las corporaciones, los laboratorios, etcétera, la usan o la aplican para el mal tendremos el martillo rompecráneos, pero este efecto es ajeno a la ciencia.
Ahora bien; es incorrecto sostener que existaun carácter neutral, interno, propio de la ciencia. Esta posición implica considerar que la totalidad de la ciencia es básica o fundamental guiada por el espíritu de investigación, el conocimiento y la verdad, desvinculándola del otro momento que es el de la ciencia aplicada, orientada a un fin. En rigor, Klimovsky confunde dos conceptos de aplicación, el interno y el externo, atribuyendo a esteúltimo toda la carga del problema. Entre las distintas modalidades humanas, la ciencia no es solo saber, sino hacer. En realidad, los límites entre la ciencia basada en el conocimiento y la ciencia basada en la aplicación son hoy en día extremadamente imprecisos, débiles y diluidos. Solo una pequeña parte de las ciencias físico-naturales están orientadas al conocimiento, a la observación pasiva dela naturaleza. La mayor parte es ahora ciencia experimental. Los científicos no se ocupan de problemas surgidos de su curiosidad, ni de la sed inextinguible de conocimientos. Lo hacen en el cuadro de investigaciones predeterminadas, y son pocos los que tienen la libertad de elegir su objeto de investigación sin poner en riesgo sus seguridades profesionales.
Ninguna casualidad
Cuando Otto...
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