Introduccion al neomodernismo
El sueño de la razón produce monstruos (Francisco de Goya y Lucientes, Capricho Nº 43)
La disyuntiva neomoderna La humanidad neomoderna enfrenta un enorme desafío. Debe resolver un dilema que no desea reconocer. Si todos los seres humanos poseemos un mismo conjunto de derechos emanados de nuestra condición qua individuos, entonces todas las culturas no son moralmente equivalentes, porque hay culturas que no reconocen, ni siquiera en principio, la vigencia de tales derechos (en adelante Proposición A). Si por el contrario, todas las culturas son moralmente equivalentes, entonces todos los individuos no estamos dotados de los mismos derechos humanos, porque hay culturas que adjudican a algunos hombres más derechos que a otros hombres y mujeres (en
convencional prefieren optar por el camino fácil, afirmando simultáneamente que todos poseemos los mismos derechos y que todas las culturas son moralmente equivalentes.
cultural liberal-‐
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afirma que existen derechos y obligaciones
individuales que pertenecen a la humanidad como tal. Si esto es cierto, lo opuesto no puede serlo. Si aceptamos la validez de la afirmación opuesta, en algún lugar, en cualquier momento, entonces lo anterior no puede ser una verdad universal, y los susodichos derechos y obligaciones no pertenecen a la humanidad como un todo. Podemos dar por válida la primera afirmación (Proposición A) o la segunda (Proposición B), pero ambas no pueden ser válidas. La difusa lógica que pretende que ambas afirmaciones sean válidas equivale a suponer que 2 + 2 = 5. No podemos demostrar qu
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Cuando caracterizamos a Occidente como una civilización secularizada, no queremos decir que sus integrantes no son religiosos, sino que su derecho y su ciencia no se derivan de las Escrituras.
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demostrar que ambas no pueden ser válidas. Y esta es una conclusión que está más allá del relativismo y la construcción social. Con este sencillo ejercicio hemos demostrado que existe tal cosa como una verdad universal objetiva que puede ser descubierta por la mente humana: que las proposiciones A y B no pueden ser simultáneamente válidas. Al hacerlo, hemos
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Y también hemos
demo ambas proposiciones. Argüiré que Occidente no libra una guerra contra el gusta recordarnos Naom Chomsky3) el terror ha sido y siempre será un componente de la política humana. La guerra actual es contra los segmentos terroristas y fundamentalistas fanáticos de todas las culturas y subculturas que niegan la Proposición A y anhelan aniquilar a quienes la defienden. Si dicha guerra escalara hasta abarcar la totalidad de los enemigos de ésta, incluyendo tanto a los relativistas de la Proposición B como a los fundamentalistas religiosos fanáticos que niegan los derechos fundamentales del hombre, comprometería al planeta entero. Esta guerra apocalíptica sería simultáneamente civil y global.4 La reconstrucción letal de la realidad La Proposición A rescata un pequeño núcleo de verdades normativas universales negadas no sólo por algunas culturas no occidentales sino también por ciertos segmentos de opinión enquistados en el corazón de Occidente: los multiculturalistas, los constructivistas, los postmodernistas, los relativistas y los subjetivistas, que se cuentan entre los...
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