Humberto maturana
"Un problema de deseo"
Por Miguel Lopez
"La conservación no es por la Tierra, es por nosotros, la biodiversidad es importante por nuestro bienestar fisiológico, psíquico, relacional, estético, es un problema de deseo, de estar bien", dice Humberto Maturana, pionero de la "biología del conocimiento"
Autor de "De Máquinas y SeresVivos" y "El Árbol del conocimiento. Las Bases Biológicas del Conocer Humano", Maturana sigue fascinado con los misterios de la vida, que intenta descifrar cada día en su despacho del Laboratorio de Biología de la Universidad de Chile, en Santiago, donde dialogó en exclusiva con Tierramérica.
P: Usted concibe a los seres vivos como unidades cerradas que se autoproducen. ¿Cómo se entiende esto?R: Lo vivo tiene que ver primariamente con la conservación, no con el cambio. Los seres vivos son sistemas moleculares, redes de elaboración y transformación de moléculas. La organización, los procesos, no cambian; lo que cambia son las moléculas particulares, los componentes que entran en los procesos. A esto que se modifica lo llamo estructura. Por ejemplo, alguien enferma y enflaquece, pierdemoléculas; luego se mejora, recupera su peso, su musculatura. Allí han ocurrido una serie de cambios estructurales, pero se ha conservado la organización, el vivir. Los seres vivos son máquinas que se definen por su organización, por sus procesos de conservación y que se distinguen de las otras máquinas por su capacidad de autoproducirse.
P: Descartes dijo algo parecido, que los seres vivoseran lo mismo que los autómatas, eran muñecos sin emociones. Según su comprensión mecanicista de la vida, ¿los seres vivos tienen emociones?
R: Por supuesto, todos los animales tienen emociones.
P: Pero, ¿cómo se explicarían esas emociones que quizás los harían diferentes de una máquina?
R: Te voy a hablar de una máquina que tiene emociones: el automóvil.
P: ¿El automóvil tiene emociones?R: Claro, tú pones primera y tienes un auto potente. Dices, "¡qué potente es este auto en primera!; ¡es agresivo, porque apenas tocas el acelerador ruuuumm parte!
P: ¿Pero eso no es metafórico?
R: En cierta manera, pero más que metafórico es isofórico, es decir que hace referencia a una cosa de la misma clase. Pones quinta y vas a una alta velocidad, el auto está tranquilo, fluido,sereno. ¿Qué es lo que pasa allí? Cada vez que haces un cambio, cambia la configuración interna del automóvil y ese automóvil hace cosas distintas. Las emociones corresponden precisamente a eso; desde el punto de vista biológico son cambios internos de configuración que transforman la reactividad del ser vivo, de modo que ese ser vivo en el espacio relacional es distinto.
P: ¿Qué sería lo específicode una emoción humana?
R: El ser humano puede realizar una mirada sobre su emocionar, puede reflexionar porque tiene el lenguaje. Pero el animal, que Descartes trata tan negativamente como autómata, no tiene cómo hacer esa mirada reflexiva.
P: ¿Entonces la emoción del animal es como la del auto?
R: Es como tu emoción cuando no te das cuenta de ella. Por ejemplo, si tienes un hijo, queexplota en su pena, pero no sabe exactamente qué le pasa y tú le dices: "tienes pena, eso es lo que te pasa". En esa conversación el niño empieza a tratar lo que le pasa como pena, y ahí aparece la mirada reflexiva. Un perrito que está triste no tiene cómo hacer esa mirada reflexiva; se comporta triste, pero no tiene cómo decirte "estoy triste", como te lo dice tu hijo.
P: Una concepciónmecanicista como la suya parece difuminar la oposición entre naturaleza y cultura. Pero haciendo esta distinción, ¿cómo es la relación del hombre de la ciudad actual con la naturaleza?
R: La naturaleza para el ser humano de la ciudad actual es el artificio cultural donde vive, ése es su mundo natural. Para un niño que crece en la ciudad -con automóviles, aviones, radios-, ése es su mundo natural....
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