“Genocidio De Los Pueblos Indígenas Y Desaparición Cultural De La Generación Americanista De La Independencia: ¿Punto Final?.
El concepto de desarrollo como todo concepto con fuerte significación social es construido históricamente y está enmarcado y enmascarado en un discurso contextualizado por aspectos ideológicos, políticos e institucionales. En este sentido desde la cátedra se haproblematizado lo que parece obvio del desarrollo y visibilizado lo que aparece encriptado sobre el mismo, en un intento intenso por cuestionar su estatus ontológico de un modo crítico. Entre uno de los varios componentes ideológicos desagregados a la idea del desarrollo se encuentra su perfil colonial, que se puede rastrear en una línea histórica que enfrenta la dualidad “civilizado-bárbaro” con la de“desarrollado-subdesarrollado”.
Dos autores presentados en la cátedra siguen este derrotero. Así, Gustavo Esteva, presenta la idea del desarrollo emparentada genéticamente con una concepción colonizadora, ya que desde múltiples aristas, el desarrollo supuso siempre algún grado de imposición, de vía de escape a una condición de retraso, de experiencia de subordinación, de discriminación y/o desubyugación. En la misma dirección Andreu Viola Recasens se interesa por describir una antropología del desarrollo que osculta los procesos de cambio cultural vinculados al colonialismo y a la incorporación de las sociedades tradicionales a la economía de mercado.
Marcelino Fontán es tributario de esta línea de pensamiento. En su trabajo hipotetiza sobre los mecanismos de consolidación en laexperiencia argentina de un proyecto económico, político, militar e ideológico que presenta dos niveles de construcción: uno, material e institucional y el segundo fuertemente simbólico que opera sobre la subjetividad de las personas. Ambos niveles confluyen en un mecanismo de operatividad efectiva: La concepción de una nueva hegemonía. La idea del desarrollo es medular a esta operación por robustecer estemecanismo hegemónico.
El autor desmenuza la construcción histórica de este proceso de manera cabal. Y lo hace a partir de lo que define como el genocidio de los pueblos indígenas que emana de las campañas de conquista territorial y de eliminación corporal del nativo efectuadas por lo que se conoció como la “Conquista del Desierto”. El odio al indio construido sobre imágenes de animalidad y desalvajismo se opone y se contrapuso a la idea del hombre blanco que es sinónimo de progreso. La crueldad del accionar militar del Estado que alcanza, con demostración empírica, el grado de crímenes de lesa humanidad se asienta y se explica en dispositivos y en representaciones racistas de legitimación.
La generación del ochenta y sus dos máximos representantes mediante el despiadado disciplinamientomilitar lograron eliminar al preocupante actor: el aborigen burdo, peligroso y promiscuo. En la línea histórica temporo-espacial el desarrollo se vertebra a partir de la eliminación de un amplio sector social considerado “retrógrado”.
Pero como se advirtió este ensamble tiene el componente ideológico que lo justifica, lo representa y lo trasciende. En la experiencia argentina Sarmiento lografusionar en una postura el positivismo comtiano y el evolucionismo natural. Este positivismo evolucionista está anclado, obviamente en la idea de progreso y luego de trascender las fronteras europeas se inserta en las prácticas sociales en este terruño. Fontán, a manera de ejemplo, cita la ley 1420 de enseñanza común, laica y obligatoria de 1884 como ejemplo claro de perfil simbólico de un país quese anhela luego del exterminio físico y cultural de los pueblos originarios.
Esta operación política, militar y cultural de “desaparición del indio” de nuestra historia tuvo un correlato paralelo: la desaparición del discurso de la generación revolucionaria y americanista de la independencia. La vida y la intencionalidad política de Moreno, Monteagudo, Castelli, Belgrano y San Martín fueron...
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