Freire Filosofia Del Oprimido.
El problema de su humanización, a pesar de haber sido siempre, desde un punto de vista axiológico, asume hoy el carácter de preocupación ineludible.
Constatar estapreocupación implica reconocer la deshumanización no solo como viabilidad ontológica sino como realidad histórica; a partir de esta constatación dolorosa, los hombres se preguntan sobre la otra viabilidad, la de su humanización.
Humanización y deshumanización son posibilidades de los hombres como seres inconclusos y conscientes de su inconclusión.
Sin embargo si ambas son posibilidades, nos parece quesolo la primera responde a lo que denominamos “vocación de los hombres”. Vocación negada en la injusticia, en la explotación, en la opresión, en la violencia de los opresores. Afirmada en el ansia de libertad, de justicia, de lucha de los oprimidos por la recuperación de su humanidad despojada. La deshumanización es distorsión posible en la historia pero no es vocación histórica.
La violencia delos opresores, deshumanizádnoslos también, no instaura otra vocación, aquella de ser menos. Como distorsión del ser m{as, el ser menos conduce a los oprimidos a luchar contra quien lo minimizó; lucha que solo tiene sentido cuando los oprimidos en la búsqueda por la recuperación de su humanidad, no se sienten dualísticamente opresores de los opresores, ni se transforman en opresores de losopresores sino en restauradores dela humanidad de ambos. La gran tarea humanística e histórica de los oprimidos es liberarse a si mismos y liberar a los opresores. Solo el poder que renace dela debilidad de los oprimidos será lo suficiente fuerte para liberar a ambos. El poder de los opresores no sólo se expresa en una falsa generosidad. Los opresores falsamente generosos, tienen necesidades de que lasituación de injusticia permanezca a fin de que su “generosidad” continúe teniendo la posibilidad de realizarse. El “orden social” injusto es la fuente generadora, permanente de esta “generosidad” que se nutre dela muerte, el desaliento y d la miseria. La gran generosidad sólo se entiende en la lucha para que estas manos, sean de hombres o pueblos, se extiendan cada vez menos en gestos de suplica.Suplica e humildes a poderosos.
¿Quien mejor que los oprimidos se encontrará preparado para entender el significado terrible de una sociedad opresora?
¿Quién sentirá mejor que ellos, los efectos de la opresión? ¿Quién más que ellos, para ir comprendiendo la necesidad de la liberación? Liberación a la que no accederán por casualidad sino por su búsqueda-, por el conocimiento y reconocimiento dela necesidad de lucha por ella. Lucha que, por la finalidad que le darán los oprimidos, ser un acto de amor, con el cual se opondrán al desamor contenido en la violencia de los opresores.
La pedagogía del oprimido, que no puede ser elaborada por los opresores, es un instrumento para este descubrimiento crítico: el de los oprimidos por si mismos y el de los opresores por los oprimidos, comomanifestación de la deshumanización
Casi siempre, en un primer momento de este descubrimiento, los oprimidos, en vez de buscar la liberación, en la lucha y a través de ella, tienden a ser opresores también, o sub-opresores. La estructura de su pensamiento se encuentra condicionada por la contradicción vivida en la situación concreta, existencial en que se forman.
Los oprimidos asumen una postura quellamamos de “adherencia” al opresor. En esta circunstancias, no llegan a “admirar-lo”, lo que llevará a descubrirlo fuera de sí.
El “hombre nuevo”, para los oprimidos no es el hombre que debe nacer con la superación de la contradicción, con la transformación de la antigua situación, concretamente opresora, que cede su lugar a una nueva, la de la liberación. Para ellos, el hombre nuevo son ellos...
Regístrate para leer el documento completo.