Fe cristiana
Hablar de la fe requeriría un completo tratado teológico, pero yo intentaré exponer mis reflexiones personales que extenderé en otros posts.
Durante mi vida me heencontrado con muchas personas que me han explicado que su fe cristiana se basa en un conjunto de"creencias" como si la fe se redujera exclusiva y primariamente a una caja de herramientas en la que tenemosque llevar los utensilios que nos hagan falta en nuestra vida cristiana.
Sin embargo, la fe, primariamente, es una adhesión personal. Utilizando un ejemplo muy imperfecto, yo diría que se parece alamor que siente el aficionado al fútbol por el club de sus amores. Este es un amor incondicional, en la victoria y en la derrota, en la prosperidad y en la penuria económica. Un amor que no podemosexplicar con la mera utilización de la razón, un amor que es racional pero va más allá de la razón. Sí, la fe, en definitiva, es un enamoramiento de Dios, una confianza en su voluntad, una unión contodos los que desde hace unos 4.000 años sintieron por primera vez Su llamada.
La fe ¿se concede a todos los hombres?: Dios concede la gracia de la fe a todos los hombres, pero también nos concede laLibertad (así, con mayúsculas) de seguirle o no, es decir, de responder a esa gracia: gran misterio, el de la Libertad, del que reflexionaré en otro momento (cuidado: no confudir la Libertad con el"abuso de nuestra libertad" que hacemos los hombres; nuestra libertad de obrar siempre tendrá límites).
En el libro del Génesis nos encontramos un texto maravilloso que nos habla de la respuesta delhombre a la Gracia de Dios: El hombre que se enseñorea del Paraíso, al pecar se siente desnudoy cuando oye que el Señor pasea por su jardín, se avergüenza y se esconde, creyendo ingenuamente que va apoder huir de la mirada de Dios. El Señor, lejos de imponer su voluntad soberana, se limita a preguntar:
"Adán, ¿dónde estás?"
El hombre cree que por ocultarse tras un arbusto, va a escapar de la...
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