Facu
Un desopilante relato. “… Hay quien ha gastado en boletos una verdadera fortuna...
-Yo creí que para ir a T. me bastaba un boleto. Mírelo usted…”
Un narrador en tercera persona, cede su voz frente a un diálogo “…Bajo su enérgica dirección, el tren fue desarmado pieza por pieza y conducido en hombros al otro lado del abismo, que todavía reservaba la sorpresa de contener en sufondo un río caudaloso…”
Su importancia en las poblaciones alejadas “…Este país es famoso por sus ferrocarriles, como usted sabe. Hasta ahora no ha sido posible organizarlos debidamente, pero se han hecho grandes cosas en lo que se refiere a la publicación de itinerarios y a la expedición de boletos. Las guías ferroviarias abarcan y enlazan todas las poblaciones de la nación; se expenden boletoshasta para las aldeas más pequeñas y remotas. Falta solamente que los convoyes cumplan las indicaciones contenidas en las guías y que pasen efectivamente por las estaciones. Los habitantes del país así lo esperan; mientras tanto, aceptan las irregularidades del servicio y su patriotismo les impide cualquier manifestación de desagrado…”
Y la incoherencia burocrática del Estado “… En la fonda paraviajeros podrá usted hablar con personas que han tomado sus precauciones, adquiriendo grandes cantidades de boletos. Por regla general, las gentes previsoras compran pasajes para todos los puntos del país. Hay quien ha gastado en boletos una verdadera fortuna...”
Humor “…los fallecimientos no son raros en tales casos, pero la empresa, que todo lo a previsto, añade a esos trenes un vagón capillaardiente y un vagón cementerio…”
Critica sutil “…como usted puede darse cuenta, los rieles existen, aunque un tanto averiados…”
Para hacer reflexionar al lector “…en su afán de servir a los ciudadanos la empresa debe recurrir a ciertas medidas desesperadas, hace circular trenes por lugares intransitables…”
Mi asiento en el tranvía:
Convenciones sociales
Qué pensamos y cómo actuamos en unconflicto que genera una situación cotidiana: “…Pero el niño, desde arriba, me está pegando patadas en la cabeza, no sé si por orden de su mamá, y me tengo que retirar un poco y aplastar aún más la cara contra el soleado cristal.
Cada vez hay más gente en el tranvía y más apreturas hacia mí…”
Un joven cuya única ambición es viajar sentado y asegurado a su asiento junto a la ventanilla “…Sentadoen tu asiento, sin hacer caso de nada, con la frente pegada al cristal y el sol que te calienta, así vas, mirando las casas y las aceras, los árboles, las glorietas, todo lo que pasa en la calle, las puertas de los bares, los coches, las disputas, la gente; todo eso moviéndose o quito, todo al sol, mientras tú pasas de viaje y disfrutas tu buena horita de tranvía todos los días.
¡La deexcursiones y viajes de placer, la de vueltas al mundo que yo he dado en el tranvía, jo…!...”
Afloran valores y prejuicios en la vivencia de este pasajero tan particular “…Me concentro en el cristal, con el ceño fruncido, y no hago caso.
- Una señora de pie con un niño en brazos, y él sentado- Oigo a otra voz, que será la de ella, supongo.
Y nada, todo el mundo a mirarme ahora hostilmente, unos porencima de los hombros de los otros, poniéndose de puntillas y estirando el cuello.
- Vaya educación la de ahora- empiezan…”
El otro tren:
Nos lleva desde los pasatiempos mentales “…Porque viajando en un vagón me encuentro en un pequeño universo —un ecosistema propio— cerrado e inquieto, casi siempre en movimiento: algo así como la tierra girando en el vacío. Yo soy bastante curioso, y me encantaobservar la población de este planetilla, y la verdad es que cuenta con una fauna de lo más diversa, incluso cuando hay poca gente…”
Que el narrador en primera persona “…Y no había casi nadie en este vagón donde estáis ahora el día que me ocurrió lo que os quiero contar…”
Evitar el aburrimiento que produce la monotonía del viaje “…Todos tenemos alguna locura, y yo a veces me entretengo...
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