Entrevista a arnol bauer
Entrevista con Arnold J. Bauer
Ariel Ruiz Mondragón
El hombre y las sociedades, a lo largo de sus existencias,
desarrollan una actividad esencial: consumir. Lo hacen por
necesidad o por deseo, compran bienes y productos que
satisfacen desde sus más ingentes requerimientos vitales
hasta sus más superfluas obsesiones. Con ello constituyen
su culturamaterial, la que les sirve para mejor perfilar
su identidad. En su interesante y original libro Somos lo
que compramos. Historia de la cultura material en América
Latina (Taurus, México, 2002), el historiador Arnold J.
Bauer estudia los principales satisfactores de la vida
material —el alimento, el vestido, la vivienda y la
organización del espacio público— en esta región del
planeta desde laépoca prehispánica hasta nuestra era
neoliberal.
Acerca de ese trabajo sostuvimos una entrevista electrónica con
el autor, quien, además de ser doctor en Historia por la
Universidad de California en Berkeley, es actualmente director
de estudios de la Universidad de California en Santiago, Chile.
—¿Cuál fue el motivo por el cual se interesó en estudiar el
desarrollo histórico de la comida, lavivienda y la vestimenta
en América Latina?
—El consumo nos está consumiendo. La globalización capitalista
ha desatado un frenesí del consumo y quisiera poner esta
práctica en perspectiva histórica.
—¿Podría establecer alguna comparación, aclarar similitudes y
diferencias entre el consumo material de Latinoamérica y la
América anglosajona?
—En primer lugar, según un informe reciente, casila mitad de la
población de Latinoamérica vive bajo la llamada línea de la
pobreza. En Brasil, 47 por ciento de la gente gana menos de un
dólar diario; así, consume para vivir, no vive para consumir,
como hace la mayoría de mis compatriotas en Estados Unidos y las
capas sociales con mejores ingresos en América Latina. Segundo,
ya que Latinoamérica ha sido marcada por su condición de coloniao dependencia vis-à-vis Europa o Estados Unidos, los patrones o
modelos de consumo de estos países se imponen o son aceptados
acá (escribo desde Chile).
—En general, me queda la impresión de que América Latina ha sido
mucho más importadora de patrones de consumo que exportadora. Ha
logrado llevar al mundo algunos productos, como el aguacate, la
papa, el chocolate o la cocaína, pormencionar sólo algunos.
¿Sólo productos agrícolas o materias primas ha podido llevar al
mundo del consumo, especialmente a Europa?
—Sí, en toda la historia. Es, por una parte, asunto de poder. Si
los incas o los aztecas hubieran conquistado Europa, me imagino
que habrían impuesto sus gustos, sus valores. Tendríamos llamas
y alpacas pastando en Castilla; templos a Huitzilopochtli en
París. Bueno,habrían “nombrado” a los conquistados también; de
esa forma, tendríamos “la Nueva Anáhuac”, “Xochimilco” en vez
del Jardín des Plantes, etcétera.
—Para analizar el consumo latinoamericano usted toma tres
necesidades básicas: la alimentación, la vivienda y la ropa.
Añade también una cuarta: la organización del espacio público.
¿No piensa que también podría haber considerado el transporte?
—Sí,buena idea. Podría haber incluido una lista sin fin de
objetos. De hecho, hablo de cosas aparte de las “necesidades”,
como, por ejemplo el hielo (una historia fascinante), las
cocacolas y los bigmacs, que no son para nada “necesarios”. Como
usted vio en el libro, la distinción entre “deseos” y
“necesidades” es interesante.
—Una tesis relevante de su libro es que la clase de bienes queconsume la gente ayuda a definir su identidad, o identidades: la
étnica, cultural y aun de clase. Para establecer la primera se
acostumbra utilizar como criterio la lengua. Sin embargo, usted
llega a afirmar que la manera más efectiva para cambiar de
identidad era cambiar de cultura material, de la forma de
consumir bienes.
—Tiene razón, el idioma también es importante. El papel del
consumo...
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