El “zahir borgiano” de todo texto literario

Pensar en dejar algo inolvidable en la cabeza del lector cuando uno se dispone a escribir un texto literario es mirar hacia fuera para esperar las más diversas reacciones de esos posibles receptores.Esa expectativa guía la mayoría de los pasos del escritor.
Borges le dio un nombre: El Zahir; que en árabe quiere decir “notorio o visible”, así se llama uno de sus cuentos que como otras de susobras habla del poder que ejerce un objeto sobre las personas, cómo la materialización del destino
que se manifiesta muchas veces cerca o dentro de nosotros, en nuestras cabezas y almas.
Un caso queme viene a la mente, desde la pluma del mismo Borges es su cuento El libro de arena. Allí el objeto provoca varias reflexiones: he leído comentarios de lectores que piensan en lo volátil de nuestrasideas, en lo cambiantes que podemos ser respecto de nuestras convicciones, en cómo puede crearse una analogía entre el modo de existir de ese libro y el nuestro, que a varias personas le ha resultadomuy similar.
Otro lector subraya la “credulidad” del protagonista del cuento con respecto al poder del libro por ser infinito. En un intercambio de impresiones repitió las palabras del narrador: “silo llevara hacia el fuego para destruirlo quizá no se apague nunca y sea tan infinito como el libro” y añadió un análisis de la relación que mantenemos con los libros, cómo aprendemos de ellos ycuántos pactos ficcionales hemos “firmado”.
Estas interpretaciones tienen sus similitudes y diferencias entre sí, y quizá sea pertinente demostrar que las recepciones diversas tienen que ver con lo quecada uno trae como ideas previas de los temas que trata el relato, con las inferencias que nos provoca, los caminos de lectura recorridos y otros detalles contextuales.
Un profesor de filosofíaentiende que El libro de arena es el infinito, por lo tanto, lo inalcanzable para el hombre, aquello que busca comprender y conquistar día a día, por curiosidad o ambición.
Todas estas reflexiones son...