el come lenguas
El vampiro Come Lenguas es un murciélago gigantesco, el cuerpo varía según el tamaño, antes y después de chupar la sangre del animal, siendo mas o menos como el tamaño de un pavo o jolote; las alas extendidas son comola brazada de un hombre, tiene dos estómagos, lo que le da semejanza a los rumiantes; tiene una vesícula enorme, de mas o menos cinco centímetros en forma de huevo que segrega un líquido viscoso de penetrante olor a azufre y de gran poder narcotizante. Tiene dentadura completa: cuatro dientes grandes, ce arriba y dos abajo, anchos y con filo de navaja los molares son gruesos y los colmilloslargos como los del barraco, o como los del cerdo salvaje, que se cruzan por fuera a los lados de las mandíbulas. La piel está cubierta de pelo. Las patas, que en forma y posición semejan a las del pato, tienen uñas tan sutiles que, como si estuvieran provistas de bombas, se agarran aún del pelo del ganado. En el extremo de la mandíbula superior tiene una punta a manera de bisturí, con la que corta laarteria debajo de la lengua de la res, y sobre la cabeza una roseta sin pelaje, con raras rugosidades, que posiblemente sea el radar, de que ya se ha dicho, están provistos los murciélagos.
Por una rara coincidencia y para deleite de mis lectores, los dos especimenes del Come Lenguas, que dejaron de chupar sangre en nuestras haciendas, fueron cazados por dos señores que el mismo día se dieroncita en mi Escuela de Coyocutena, en el mes de noviembre del año del Señor de 1947. Me consta que estos dos amigos son hombres de pelo en pecho y sin embargo, don Federico asegura que lo que él sintió cuando mató uno de estos macabros animales, no desea volverlo a sentir. Y mi compadre Miguel, quien en vez de arma de fuego usó su daga de crucero, tuvo el buen cuidado de hacer una cruz en el aire alasestarle el primer machetazo; y cuando su esposa le gritaba que no tocara aquello que parecía el mero Satanás, pues el enorme vampiro estaba prendido con todo el velamen extendido a lo largo del corredor de su casita, él le contestó: “Pues si este es el Diablo, que se confiese, porque le llegó su última hora”. Sin que por eso dejar a de engrifársele el pelo, cuando la daga en vez de cortar,...
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