Economia Vrs Iglesia
La Turca fue expulsada del pueblo la madrugada del sábado 19 de julio dé 1975 acusada de perturbar el orden pú- blico y corromper a los menores, por más de trescientas mujeres histéricas y un cura encolerizado, quienes la lleva- ron en andas hasta la salida del pueblo, ante el asombró de los hombres, la inde- cisión del alcalde y la incredulidad de los adolescentes, y la encaramaronen un camión maderero que alquilaron ahí mismo, luego de amenazar al conductor y obligarlo a que la dejara en el pueblo o la ciudad más lejana.
Ella había llegado catorce años atrás, pocos días antes de la feria patro- nal, en la única varonesa que hacía el recorrido diario del pueblo a la ciudad. Como la mayoría de la gente que asoma por esas fechas, se dedicaba a la venta de toda clase demercaderías que al día siguiente extendió en la plaza junto a los demás vendedores ambulantes: zapatillas de hule "únicas para soportar las incle- mencias del invierno", blusas floreadas de colores alegres "para que la señora luzca elegante cuando va a misa los do- mingos", sombreros empalmados "para que el señor luzca bien parecido y el sol no le pele la coronilla", botas de hule "altas y suaves, lasmejores para cortar café o ir al ordeñadero", blúmeres para señora "de tela importada y colores brillantes para que llame la atención de su marido cuando él anda con el ánimo decaído", cobijas tamaño familiar "don- de se acuestan dos y amanecen tres y todavía queda espacio", platos irrompi- bles "los puede dejar caer de cualquier altura cuidando no irle a romper la ca- beza a algún cristiano",sombrillas a rayas "para que la señora vaya al partido", ca- misas vaqueras "para que luzca piquete- ro el caballero en la fiesta del sábado", brillantina sol de oro "para el joven ena- morado para que su princesa no lo vea despeinado", tijeras "para cualquier me- nester hogareño y para que corte lo que le dé la santa gana", cuchillos de cocina "de esos que duran hasta que se acaban
y que nunca seterminan", calcetines negros "para el caballero elegante y en cago de emergencia los puede usar para colar el café"... Pero ella, poco conoce- dora del ambiente comercial y particular juego verbal que se gastaban los demás vendedores y ajena por completo a la mentalidad de la clientela local, obtuvo aquel día, probablemente, la más grande insolación y el más fatal desmayo de su vida. Como a eso delas tres y media de la tarde el pueblo fue sacudido por un ligero temblor que hizo que dos santos de madera se derrumbaran en la iglesia y que un cuadro con la imagen de la vir- gen del Perpetuo Socorro cayera sobre las velas del ofertorio y un jarrón de cris- tal, recién comprado, se hiciera añicos bajo la indiferente mirada de la santa patrona del pueblo. Algunas de las beatas que se encontrabanen el interior del templo haciendo sus rezos acostumbra- dos, pensaron que se trataba del Juicio Final, otras, que era una advertencia de Dios por el permiso que había concedido el alcalde para que instalaran un juego de chivo y una lotería de figuritas detrás de la casa cural. El resto de la gente que a esa hora se encontraba curioseando en la plaza, no sufrió por problemas de inter- pretacionesasociativas, ya que la mayo- ría observó, no sin asombro y algunos hasta con espanto, cuando la Turca se acomodaba una enorme carga de chun- ches en la cabeza y como sucumbían sin resistencia sus quinientas nueve libras de carne y grasa junto con su recio quintal de huesos, y naufragaba en tierra firme para provocar el primero y más escanda- loso temblor registrado en la historia del pueblo. Surepentina e inesperada caída levanto tal cantidad de polvo y basura que al final estuvo a punto de morir asfi- xiada de no ser por la oportuna interven- ción de los curiosos que la rescataron en segundos de aquella montaña gris que amenazaba con convertirse en su tumba. Para hacerla volver a la realidad tuvieron que conectar una manguera que por es- pacio de 15 minutos le bañó la nublada redondez...
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