Discurso para los egresados 2010
Este ha sido un año muy especial: Bicentenario de los hechos de Mayo de 1810, Centenario de nuestra querida escuela, y Ustedes,nuestros queridos alumnos de Séptimo, prontos a partir para emprender una nueva etapa en sus vidas.
Nos han enseñado a estructurar la vida como si las circunstancias fueran permanentes.Aprendimos a buscar estabilidad creyendo que así encontraríamos felicidad. Y esta creencia falsa nos ha llevado a muchos, a no poder apreciar la fluidez del movimiento y los colores de la vida. El quererrepetir lo conocido es hoy uno de los obstáculos más grandes que tiene el hombre para alcanzar su apertura de conciencia. Produce estancamiento.
La vida marca ciclos de aprendizaje.Cuando uno de ellos se completa y sentimos que todo se derrumba, debemos tener la sabiduría de seguir adelante. La experiencia bien vivida, entrega para liberarse: dejamos ir nuestra infancia y la relaciónde dependencia con los padres; la adolescencia y el despertar de la primavera.
Los alumnos cumplen una etapa, dejan nuestra querida escuela y nos dejan un vacío. Estos cambios son etapasque debemos recorrer inexorablemente, porque toda semilla debe nacer, crecer, florecer y dar su fruto.
Es el Hombre el único ser de la Naturaleza a quien le cuesta aceptar bien el cambioy la separación. Para poder avanzar es preciso soltar. Por eso cuando la realidad cambia, el ser debe vaciarse de lo viejo para no quedar rezagado.
Una etapa en el ciclo de vida deUstedes concluye y la realidad cambia. Dar a la vida un propósito para disfrutar del regalo de un nuevo amanecer sería bueno.
¿Quién soy? ¿Qué me gustaría llegar a ser? Estas preguntas que sedeben haber hecho más de una vez y pueden crear estados de angustia, insatisfacción, dolor, miedo y resentimientos, se pueden evitar. ¿Cómo? Debemos volver a la unidad, que se alcanza sabiendo cuál es...
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