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En la búsqueda de nuevas formas de afrontar el referente literario, se plantearon nuevas formas de abordaje a través de estudios de varias disciplinas afines. Uncaso que ilustra este problema son los estudios literarios coloniales. Walter Mignolo plantea esa problemática en su artículo «La lengua, la letra, el territorio (o la crisis de los estudios literarioscoloniales)». Parte de la problemática de configurar un corpus de obras de estudio y de definir los parámetros que se usarían para hacer la selección. Tal problema se inicia con la perspectiva decríticos anteriores, como Enrique Anderson Imbert, que afirma que la literatura en América sólo la conforman aquellos textos que hacen "uso expresivo de la lengua española en América". Descarta lasproducciones en lenguas indígenas, los escritores hispanoamericanos que escribieron en latín como Rafael Landívar, en francés como Jules Supervielle o César Moro, o en inglés como Guillermo Enrique Hudson.Por el contrario, la complejidad idiomática de las colonias y las confrontaciones de culturas basadas en la oralidad y en la escritura hacen del período colonial un contexto ideal para estudiar tantolas culturas y variables idiomáticas como el espectro de interacciones discursivas. La crisis aludida en el título se entiende como el reconocimiento, por parte de los investigadores, "de que larelevancia de la circulación de discursos en el Nuevo Mundo y entre el Nuevo Mundo y Europa para la comprensión del periodo va más allá de lo escrito (puesto que importan las tradiciones orales y lasescrituras no alfabéticas) y de lo escrito en castellano por hispanos" (Mignolo, 4). En esta revisión de los estudios coloniales se ven cuatro proyecciones que contribuyen a examinar la imagen heredada dela literatura colonial. La primera comienza antes de 1980. Se refiere a los estudios de neolatín y los estudios de la literatura náhuatl, en la época del México colonial. La segunda proyección es...
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