Curriculo real y curriculo oculto
CURSO: ORATORIA 2
Como hablar en público y no sentir temor
¿Qué pasa por nuestra mente cuando pensamos en hablar en público? Quizá nos acordamos de aquel incidente ocurrido, cuando nos olvidamos de una de nuestras frases durante el acto en que participábamos.
O tal vez de aquella otra conferencia durante la cual tuvimos la sensación de que cientos de ojos nosmiraban fijamente. Este tipo de recuerdos basta para provocar escalofríos hasta en las personas más decididas.
La mayoría de las personas reconoce que prefieren cualquier cosa antes que dar una conferencia. Lo cierto es, que a la hora de hablar en público, muchas veces sentimos el deseo de escondernos debajo de una mesa, irnos corriendo, o que de repente y en un acto milagroso, alguien nos desaparezcadel lugar. No caben dudas de que uno de los principales temores es enfrentarse a un público.
Esto se complica cuando de repente nos acosa la idea de que se nos puede borrar de la mente lo que pretendemos decir.
Sin embargo, y aunque no lo crea, una porción dosificada de nervios siempre es buena. De hecho, los grandes expositores de la palabra hablada, han manifestado tenerlos al inicio de susdiscursos o piezas. Los nervios medidos, nos ayudan a preocuparnos por hacerlo mejor, anticipándonos, preparando adecuadamente nuestro material y practicando.
Es más, esos pequeños nervios, son la muestra de que nos interesa realmente lo que vamos a hacer o decir, si no nos importara, ni siquiera nos inmutáramos. El miedo escénico, es una sensación normal en cualquier persona que haya tenido queenfrentarse a un auditorio. Incluso los mejores artistas lo sufren.
El miedo escénico es un proceso de ansiedad que siente la mayoría de las personas cuando deben ponerse en pie para hablar ante un grupo de oyentes.
El miedo y su misterio
Frente a un examen oral, una entrevista laboral, la exposición en una conferencia o en un simple discurso, se padece estrés (energía negativa que provocaansiedad y preocupación), ó temor (manifestaciones neurofisiológicas negativas).
La saliva se ausenta de la boca; si se está de pie, la pierna derecha comienza a temblar; se altera el ciclo respiratorio; una inesperada tartamudez traduce las palabras de una voz destemplada o con tonos muy agudos; las manos lloran lágrimas de sudor (dos tercios de las glándulas sudoríparas en el hombre y la mujerestán localizados en las manos), al igual que la frente, las axilas y la planta de los pies (hiperhidrosis); los latidos cardíacos marchan al galope; la presión arterial sube varias marcas en el tensiómetro (lo que provoca algunos desmayos); hay espasmos abdominales (alteración de los procesos digestivos que en casos extremos puede llevar a la náusea); contracción de la parte posterior del cuello(reflejo de pánico); y una tensión muscular que permite correr como de manera consciente no podría hacerse.
Es que la inhibición oratoria (fobia social), no discrimina: abogados, médicos, políticos, docentes, vendedores, y todo aquel que ejerce la palabra hablada como parte de su profesión sufre, en mayor o menor medida, de este “virus” que en el ranking de fobias ocupa el primer puesto (el miedo a lamuerte está en 4to. lugar, lo cual permite deducir que la gente teme más hablar en público que morirse).
Incluso empresarios que son verdaderos “leones” negociando, cuando tienen que exponer públicamente se transforman en indefensos “corderos”. Lo que sucede es que en ese momento la sensación de soledad se potencia (miedo al cambio). El pasar de la platea (estado de protección) al atril solo(estado de indefensión) agolpa en la mente preguntas como: ¿tendré una buena imagen?, ¿el público me aceptará? (Cuestionamientos propios de quien padece TAS (-trastorno de ansiedad social-), ¿recordaré todo lo que tengo pensado decir?, ¿me escucharán bien desde todos los sectores?
El temor no está en relación con el número de oyentes ni con la calidad del auditorio. Grandes oradores de la...
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