Cuando el estado se hizo banquero. consecuencias de la nacionalización bancaria en méxico
En el sexenio de López Portillo (1976-1982), se nos dijo que los mexicanos teníamos que prepararnos para administrar la abundancia. Algunos indicadores en la economíahicieron pensar eso a los políticos. Además de los altos precios que el petróleo alcanzó en este sexenio, la economía mexicana creció, en los primeros cinco años de este periodo, a un promedio de alrededor de 7% anual, incluidos tres años consecutivos (1978-1980) de crecimiento superior a 9% anual –según datos del INEGI–; promedios solamente equiparables en la actualidad a los de China. ElPIB per capita se incrementó en 5% anual, lo que en las alegres cuentas de algunos se traducía en que, de mantenerse este avance promedio, el ingreso por persona podría duplicarse en un lapso de 12 a 13 años. Ahora sabemos que esto nunca llegó a ocurrir. Las política macroeconómicas del gobierno fueron totalmente incoherentes e irresponsables. El gasto público aumentó de la mano delexcedente de los ingresos petroleros y de la adquisición de deuda pública –garantizado su pago por los mismos precios del petróleo. El resultado fue un enorme déficit en las finanzas públicas de casi 17%, una deuda externa que creció entre 1973 y 1981 a una tasa promedio de 30% anual y que, solamente en el sexenio de López Portillo, se vio triplicada hasta alcanzar los 60,000 millones dedólares, al final de su mandato. El sector privado se comportó de manera similar al gobierno y su deuda con el extranjero también se triplicó, alcanzando los 20,000 millones de dólares. La caída del precio del petróleo en 1981 y las medidas populistas del gobierno apremiaron la situación financiera cuando en irresponsables manejos de la macroeconomía, en lugar de ajustar el precio de petróleo,el gobierno respondió con un aumento en el gasto público y más adquisición de deuda externa, esperanzados en una recuperación de los precios del crudo que nunca ocurrió. El déficit en la balanza de pagos llegó a 12, 500 millones de dólares ese año. Todo este manejo desordenado de la economía provocó el nerviosismo y la especulación de los particulares, por lo que la fuga de capitalescerró ese año en una cifra cercana a los 12,000 millones de
dólares, mientras que las reservas internacionales del Banco de México apenas alcanzaron los 5,000 millones de dólares.
En enero de 1982 las cosas continuaron igual y las salidas diarias de capital promediaban los cien millones de dólares y, en ocasiones, llegaban a los 500 millones. La situación era insostenible, por lo que sedecidió flotar el tipo de cambio pasando de 27 a 47 pesos por dólar en febrero de ese año, en franca contradicción ala declaratoria de López Portillo en la que había anunciado que defendería el peso como un perro. Esta medida no tuvo los efectos deseados, ya que en otra medida de carácter populista el gobierno autorizó aumentos de 10, 20 y 30% en los salarios. La inflación se disparó y,encima, el gobierno tenía que liquidar 14,000 millones de dólares solamente por pago de intereses de la deuda. La reestructuración del pago de la deuda con los organismos internacionales, algo sin precedente en el sistema financiero, se dio en agosto de 1982. Aún así, solamente parecía haber un camino responsable: un incremento en la deflación monetaria. Pero teniendo en mente la consigna...
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