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Los orígenes del conflicto se encuentran en la lucha por la independencia cubana y en los intereses económicos que Estados Unidos tenía en la isla. La guerra de la Independencia de Cuba comenzó en1895, al no haber emprendido España las reformas que prometió al pueblo cubano en la Paz de Zanjón (1878) que puso fin a la guerra de los Diez Años, la primera de las denominadas guerras de Cuba.
Las ambiciones económicas e imperialistas de Estados Unidos y su intento de controlar la ruta comercial del mar Caribe, así como la producción azucarera de la isla, veían con buenos ojos el fin de lapresencia española en Cuba, lo que haría más factible su control de la isla y reafirmaría la Doctrina Monroe de rechazar cualquier presencia europea en América, expuesta por el presidente James Monroe en su comparecencia anual ante el Congreso de Estados Unidos el 2 de diciembre de 1823. La doctrina Monroe llegó a ser la base de la política aplicada por Estados Unidos respecto a Latinoamérica.
Lasnoticias de la independencia de la mayor parte del vasto imperio colonial español en Centroamérica y Suramérica fueron recibidas en España con relativa indiferencia a principios del S. XIX. Sin embargo, la pérdida de las últimas posesiones de este poderoso imperio de antaño (Cuba, Puerto Rico y Filipinas), tras una desigual confrontación naval con los Estados Unidos, tuvo un impacto duradero en laconciencia española, convirtiéndose en un momento definitorio en la historia y la cultura españolas del S. XX.
Ello generó, por ejemplo, el surgimiento de una generación entera de intelectuales que empezaron a preguntarse sobre la verdadera identidad, carácter y destino de su país.
La mala política colonial de España era patente. Los discursos de los políticos sonaban, sin embargo, a euforiaimperial. La retórica del siglo XIX intentaba tapar la realidad que se avecinaba.
La guerra de Cuba fue el último acto de heroísmo imperial español. La pérdida de esta guerra dio motivo a los “regeneracionistas” y a los intelectuales liberales para atacar la política reinante y para poner de manifiesto el “engaño político en que vivía España”.
El impacto del “desastre colonial del 98” fue grande. Laderrota colonial no fue más que el punto de partida, que no la causa, para que un grupo de intelectuales impulsara un cambio de rumbo en la política nacional y en la mentalidad popular. La protesta contra la política oficial ya estaba ahí desde el movimiento regeneracionista que reclamaba una radical reforma socio-política a todos los niveles.
La sociedad de fin de siglo
La sociedad españolade finales del siglo XIX y comienzos del XX estaba pasando una grave crisis. A finales del XIX, durante la Restauración, España vivía inmersa en una profunda depresión económica y social. El caciquismo viciaba toda la vida democrática. El país estaba regido por una administración ineficaz y corrupta. El Parlamento no representaba a la ciudadanía. Un desánimo general invadía a una nación que antañohabía sido un gran imperio “en el que no se ponía el sol”.
La périda de las últimas colonias de ultramar (Cuba, Filipinas, Puerto Rico) en 1898 fue un hecho histórico gravemente traumático para los españoles de fin de siglo. El país ofrecía un perfil de absoluto inmovilismo propio de una sociedad agraria atrasada, reacia a cualquier innovación.
Esta situación de depresión propició el surgimientode un pequeño grupo de la clase media que intentó presentar alternativas al estancamiento político y cultural del país proponiendo una “regeneración” nacional a nivel económico, político y social. Ante la desmoralización colectiva los “regeneracionistas” intentan levantar una sociedad en ruinas.
«José María Jover Zamora (“Historia de España” de Espasa Calpe, “El reinado de Alfonso XIII”) es...
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