Construir un partido tras la muerte de los partidos
La crisis de la democracia representativa y la política de partidos no es nueva. Hace ya décadas desde que losrepresentantes de la democracia directa han comenzado a perder credibilidad y legitimidad. En América Latina, la corrupción y la opacidad en el manejo del Estado ha sido el origen de una larga inestabilidad queabarca casi toda nuestra historia contemporánea. Por otra parte, la democracia clásica ha devenido, en la mayoría de nuestros países, en un paternalismo de Estado casi enternecedor: el poder cumplelas funciones de perpetuarse en sí mismo, y de “proteger” al ciudadano indefenso, tomando por él todas las decisiones y tratándole como a un débil, como a un niño al que hay que escogerle la comida quese le pone en el plato.
La carencia de estabilidad, la corrupción galopante, la debilidad de las instituciones y la distribución asimétrica de la riqueza (entendida ésta, no sólo como el dinero ensí mismo, sino como el resto de los bienes que de éste derivan, en especial los bienes del conocimiento) son las causas fundamentales de que la población haya perdido la fe en el sistema político ybusque otras formas de organización social. Los partidos, como estructuras anquilosadas, cerradas, estáticas en las que se toman decisiones de manera vertical y opaca, están destinados a desaparecer. Esinevitable, entonces, que la tecnología juegue un rol esencial en la forma en que las sociedades viven y vivirán la política de ahora en adelante. Con el acceso a infinitas posibilidades paracomunicarnos, compartir información y expresar nuestras opiniones, la democracia clásica se verá forzada a cambiar, incluso en contra de los deseos de quienes detentan el poder político en las estructurastradicionales. La democracia líquida no está lejos de llegar, y las leyes y sistemas que buscan beneficiar a una pequeña cantidad de personas, empresas y corporaciones, deberán ser reformadas para...
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