Como consolar a los enfermos terminales
Es normal sentirse afligido cuando una enfermedad grave ataca a alguien muy allegado. Incluso los médicos, aunque ven morir a muchas personas, suelen sentirse apenados y hasta impotentes cuando se encaran a las necesidades físicas y emocionales de un enfermo terminal.
Puede que usted también hayatenido problemas para controlar sus emociones al ver sufrir a un ser amado. Es una experiencia muy dura ver sufrir constante dolor a alguien a quien quieres tanto. Cuando Moisés vio a su hermana herida de lepra, se sintió tan angustiado que imploró: “¡Oh Dios, por favor! ¡Sánala, por favor!” (Números 12:12, 13).
El dolor que sentimos en estos casos se debe a que fuimos creados a la imagen denuestro compasivo Dios, Jehová (Génesis 1:27; Isaías 63:9). ¿Cómo se siente él al vernos sufrir? Para responder esa pregunta, piense en cómo reaccionó Jesús cuando estuvo en la Tierra, pues él reflejó a la perfección la personalidad de su Padre (Juan 14:9). Jesús se ‘enternecía’ al ver a los enfermos (Mateo 20:29-34; Marcos 1:40, 41). Tal como se explica en el artículo anterior, cuando Jesús vio eldolor que produjo la muerte de su amigo Lázaro en los familiares y amigos de este, se sintió profundamente perturbado y “cedió a las lágrimas” (Juan 11:32-35). Con razón, la Biblia dice que la muerte es “el último enemigo”. De hecho, promete que tanto la enfermedad como la muerte pronto desaparecerán (1 Corintios 15:26; Revelación 21:3, 4).
Ante la desgarradora noticia de que un ser amado va amorir, no es de extrañar que busquemos un culpable, sea quien sea. No culpe a nadie por el estado del paciente: ni al equipo médico, ni a las enfermeras, ni tampoco a usted mismo. Con ello solo hará que las relaciones se vuelvan más tensas y que se desvíe la atención de lo que debería ser la preocupación principal: atender las necesidades del paciente terminal. ¿Qué puede hacer usted para ayudar aun ser amado a sobrellevar su enfermedad y a aceptar que es probable que muera?
En primer lugar, mire más allá de lo debilitado que está el enfermo o de su terrible aspecto, y vea a la persona. ¿Cómo puede lograrlo? Sarah, que es enfermera, comenta: “Dedico tiempo a mirar las fotografías de la época en la que el paciente todavía estaba lleno de vigor. Lo escucho con atención cuando me habla desus recuerdos. Esto me ayuda a tener presentes su vida y su historia, y no solo su estado actual”.
Anne-Catherine, que también es enfermera, nos cuenta cómo ve más allá de los síntomas: “Lo miro a los ojos y me concentro en lo que puedo hacer para mejorar su estado”. El libro The Needs of the Dying—A Guide for Bringing Hope, Comfort, and Love to Life’s Final Chapter (Necesidades de losenfermos terminals). Guía para brindar esperanza, consuelo y amor en el último capítulo de la vida) dice: “Es normal sentirse sumamente incómodo en presencia de un ser querido que está desfigurado por una enfermedad o un accidente. Lo mejor que podemos hacer en esos casos es buscar su mirada y ver que esos ojos marrones, verdes o azules no han cambiado”.
Claro está, es preciso saberse controlar ytener valor para mirar así a alguien. El amor por un compañero cristiano debe ser más fuerte que su enfermedad. Si se concentra en la persona y no en la enfermedad, se beneficiarán tanto usted como ella. Comprender que podemos ayudar a los pacientes a mantener su dignidad nos permite enfrentarnos mejor a su deterioro físico.
Hay quienes se resisten a hablar con alguien que se esté muriendo,...
Regístrate para leer el documento completo.