Comercio Exterior

La impunidad de los pedófilos
Asimismo, comparto otras apreciaciones de ese mismo editorial, a saber, que "las fantasías sexuales están presentes en todos los seres humanos, hombres y mujeres, y larepresión, por violenta que sea, es incapaz de ejercer su rigor e imponer sus prohibiciones sobre el inconsciente de los individuos". Soy un librepensador y respeto todas las opciones y todas lasfantasías que puedan caber en la psique de cualquier individuo: la heterosexualidad, la homosexualidad, la bisexualidad, todos los juegos eróticos, a condición, por supuesto, de que todas esas actividadesse lleven a cabo con la aquiescencia del otro y en el supuesto de que ese otro también obtenga un placer parecido. Ahora bien. ¿Por qué hago esta última precisión? Pues porque hay excepciones a esaespecie de 'vale todo' en materia sexual. En primer lugar, es condición necesaria ese acuerdo mutuo entre los dos actores; de lo contrario, estaríamos ante una violación o un atentado violento alpudor, conductas ambas que no tienen atenuantes y merecen el repudio de cualquier espíritu civilizado. Pero sin dudas la práctica sexual más aberrante y sublevante es la pedofilia, esto es, el impulsosexual focalizado en un niño o una niña, en seres humanos inocentes e indefensos.
En los delitos contra la persona física, y particularmente en el homicidio, el estado de indefensión de la víctimaconstituye la agravante de alevosía. Este solo hecho bastaría para catalogar de abominable el hecho de someter a un infante para satisfacer la libido.
Pero hay más. El pedófilo no siempre ejerce violenciafísica, pues su alma retorcida lo hace preferir armas más sutiles para consumar su abyección. Usa la persuación y el poder de que todo adulto está revestido a los ojos del niño, y en muchos casos,suele valerse de la confianza que ha logrado conquistar merced a vínculos familiares o de otra índole que lo unen a la víctima.
El pedófilo aprovecha la natural necesidad del niño de muestras físicas...