CARTA
¿DE QUE HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE PATENTAR ALGO?
Camilo J. Cela Conde
Departamento de Filosofía. Universidad de las Islas Baleares
Resumen
La patente de cualquier hallazgo impone
unas condiciones cuyas exigencias dependen de
la oficina ante la que se presenta la solicitud.
Todas las patentes comparten sin embargo una
serie de requisitos comunes como son los denovedad, utilidad, no obviedad, etc. Al afectar
al material gen ético, esas condiciones han
impuesto un concepto simple de "gen" que contrasta con la virtualidad y la complejidad de las
relaciones existentes entre genotipo y fenotipo,
y han modificado no poco las reglas de juego
habituales en la investigación científica. Las
dificultades que se derivan de la patente de
genes pueden dividirse,pues, en tres grandes
apartados: problemas éticos (como la de la
propiedad de la información gen ética), problemas técnicos (como la de las dificultades
para el desarrollo de un trabajo de laboratorio)
y problemas metodológicos (como la del concepto de "gen" que se maneja). Es difícil que el
peso de las exigencias del mercado pueda superarse fácilmente para lograr resolver esos problemasplanteados.
La Constitución estadounidense, en el parágrafo número 8 de su primer artículo, concede
al Congreso la autoridad necesaria para "promover el progreso de la ciencia y de las artes
útiles" garantizando a los inventores unos ciertos derechos. Las oficinas de patentes existen, al
menos en Norteamérica, con el fin de dar satisfacción a tal mandato. Eso es algo tan sabido
que recordarloresulta trivial. En los Estados
Unidos y en la Unión Europea, únicos casos
que, a los efectos prácticos, consideraré aquí, la
obtención de patentes es el medio rutinario de
proteger los derechos de cualquier descubrimiento.
¿Cualquiera? Bueno, con ciertos límites.
La European Patent Act, por ejemplo, en su
artículo número 53, prohibe las patentes que
puedan ofender a la moralidad o "l'ordrepu1
blic" . Los Estados Unidos, más liberales en este
particular sentido, no imponen tal clase de límites. Pero tanto la oficina de patentes europea
como la norteamericana exigen unos ciertos
requisitos a la hora de registrar cualquier hallazgo o mejora técnica, requisitos entre los que se
encuentran las exigencias de novedad, utilidad y
no obviedad. El propósito de tales cautelas enmateria de patentes ha sido el de conseguir un
equilibrio entre los intereses privados (los de
aquellos que han invertido esfuerzos y quizá
mucho dinero en lograr sus hallazgos) y los
intereses públicos (los de la sociedad que habrá
de beneficiarse de los descubrimientos), premiando, pues, lo que supone un método novedoso e impidiendo a la vez que alguien saque provecho de lo que no es frutodirecto de su inventiva. Pero no siempre resulta fácil decidir si algo
es nuevo, es útil y va más allá de lo obvio. En
ocasiones resulta incluso muy complicado.
Imaginemos que Isaac Newton, redivivo hoy,
pretendiese patentar la ley de la gravitación
universal. Es evidente que fue él quien aportó
por primera vez las ecuaciones diferenciales
necesarias para expresarla. También lo es que
susfórmulas resultan utilísimas (al fin y al cabo
son las que usamos para enviar una nave espacial a la Luna), y que superan con mucho lo
obvio. Pero, ¿serían patentables?
1
Price y Cohen (1994) han sostenido que hacer juicios
morales no es la función de las oficinas de patentes, sino de
los poderes políticos (que deben convertir el juicio moral en
ley positiva), con 10 que esa cláusula, a suentender, no
puede ser aplicada por la Oficina de Patentes Europea (EPO)
para decidir si un producto es patentable o no.
17
DS Vol. 7, Enero-Diciembre 1999
A lo largo .de los doscientos años de existencia de las oficinas de registro, la historia de
las patentes ha ido aclarando el sentido de unos
conceptos tan ambiguos como los que se exigen
a la hora de patentar algo. Por poner un...
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